Nadal reta a Irene
28 de agosto de 2011 (11:39 h.)
La lluvia que golpea las pistas de cemento azul del Abierto de Estados Unidos avisa de la llegada del huracán Irene, que ha obligado a cerrar las instalaciones del torneo y que pone en peligro su comienzo, previsto para el lunes. La humedad es agobiante. El metro ya no funciona. Los hoteles dan instrucciones a sus clientes para que se enfrenten a los iracundos vientos. Para los jugadores, los retos son múltiples: unos se levantan a las 7 y llegan a entrenarse a las 8.30 para evitar el aguacero; otros, como Rafael Nadal, el campeón defensor, se refugian bajo el techo de las pistas cubiertas de prácticas; y algunos, incluidos el seleccionador Albert Costa, ni han llegado a Nueva York, afectados por el cierre de los aeropuertos.