¿Pedirán perdón en el siglo XXVI?

Juan Pablo II le pidió perdón a Galileo. En el fondo pedir perdón por lo que hicieron antecesores renacentistas tiene poco peso moral, por más que se recalcase su alcance “histórico” en los medios de comunicación. Una petición de perdón que nada cambió, una petición de perdón absolutamente intrascendente. Benedicto XVI, sucesor de Juan Pablo II, [...]

Juan Pablo II le pidió perdón a Galileo. En el fondo pedir perdón por lo que hicieron antecesores renacentistas tiene poco peso moral, por más que se recalcase su alcance “histórico” en los medios de comunicación. Una petición de perdón que nada cambió, una petición de perdón absolutamente intrascendente.

Benedicto XVI, sucesor de Juan Pablo II, va a por el mismo camino de las intrascendentes peticiones de perdón, pero con la diferencia de que los hechos sobre los que se implora el perdón son recientes y sus víctimas, la mayoría, viven y sufren las consecuencias.

Benedicto XVI quiere cerrar los casos de pederastia, que están siendo denunciados en Europa, por medio de cartas pastorales, actos de contrición y todo tipo de gestos simbólicos. Un perdón vacío.

Es el momento de asumir responsabilidades. Hans Küng ha indicado, muy certeramente, que el actual Papa es responsable directo de la ocultación y de la no persecución penal de estos delitos infames ya que él recibía todos los informes durante el Papado de Juan Pablo II (no en vano era el “número dos” del Vaticano). Benedicto XVI tendría que asumir su responsabilidad.

Pero hay más. Benedicto XVI debería eliminar todas las trabas que la Iglesia pone a la investigación penal de las denuncias. Debería obligar a los obispos, junto al informe al Vaticano, a denunciar a las autoridades los casos que le hayan llegado a su conocimiento; el Papa debería cesar a todo el que ocultase, a todo el que obstaculizase, a todo el que encubriese.

Si nada cambia y los que responsables siguen en sus puestos y ejerciendo su sacerdocio, las cartitas pastorales del Romano Pontífice estarían demostrando que sólo sirven para gastar papel y salir en los medios de comunicación. Si nada cambia, la responsabilidad aumenta y puede que llegue el día que a los jerarcas no sólo se les pida responsabilidad civil, sino también responsabilidad penal. ¿Tendrá que llegar un Papa en el siglo XXVI a pedir perdón por la pederastia de estas nuestros tiempos?


Archivado bajo:Benedicto XVI, Derecho Penal, Iglesia Católica, Religión, Sociedad
Posted originally: 2010-03-26 10:30:03