Primavera con levante


Primavera con levante
  Mi ciudad está endeudada, mucho más que el resto de las ciudades españolas, el Consejero de Hacienda le quita importancia, la verdad es que de economía siempre supe poco. Sé que se derrocha en losetas, estatuas, flores, maceteros…. Y  en sueldos de algunos cargos que como no conozco  bien no me atrevo a opinar. La ciudad [...]

 

Mi ciudad está endeudada, mucho más que el resto de las ciudades españolas, el Consejero de Hacienda le quita importancia, la verdad es que de economía siempre supe poco. Sé que se derrocha en losetas, estatuas, flores, maceteros…. Y  en sueldos de algunos cargos que como no conozco  bien no me atrevo a opinar.

La ciudad se llena de levante, mientras los barcos suspenden las salidas y te dicen que no hay teatro ni conciertos porque nadie va a venir en medio de un temporal a representar  ni tocar nada. 

La manifestación de parados pasa rozándome la gabardina cantando la Internacional, algunas usuarias de ropa, ayudas se paran, me besan y me dicen que andan luchando. Yo las animo, no sé muy bien a qué, quizás a que no pierdan las ganas de hacerse visibles…  

Paloma anda triste, se queda en paro, tiene que dejar la ciudad, buscar el norte, me duele perder a una estupenda profesional y mejor persona de esta pequeña, dulce y marinera.  Me quedaré más sola sin su dulzura, su feminismo, su solidaridad, su ilusión por cambiar el mundo… me habla del caso Gurtell, y yo casi vomito en medio de la calle. Me sonríe “como eres del Psoe todo lo ves más claro” ojala”, pienso sin hablar, “ojala todo fuera blanco y negro”.

“Y Garzón? Dime que piensas de Garzón”.  Le miro sus ojos azules, y me lleno de luz “siempre, haga lo que haga le estaré eternamente agradecida, amargó la vejez de un criminal dictador, aquel invierno fue mágico porque Pinochet andaba detenido, aquello fue el principio. Era la primera vez que se podía “pisar la calle nuevamente de aquella plaza liberada   y llorar por los ausentes””

Estoy triste, el levante me pone triste, más aún cuando la calle se tiñe de rojo en un grito unánime de pararos y paradas y los ojos de Paloma no tienen consuelo.

La estatua de la Constitución nos mira, con la niña pequeña que siempre será nuestra Autonomía, dos mujeres de principios del siglo XX observándonos con ojos de piedra.

“Agrupémonos todos en la lucha final del género humano….” Los parados y paradas avanzan hasta el Palacio de la Asamblea desde Delegación del Gobierno.  “la tierra será el Paraíso, patria de la humanidad”

Una Consejera con unos zapatos de Prada y un bolso de Gucci, divina de la muerte,  nos pregunta que tal todo  mientras el levante nos despeina a todas por igual y nos llena de humedad las entrañas.

 

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Posted originally: 2010-04-10 00:59:51

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