Secuestro emocional en la Antártida

Del ensayo general en Groenlandia, escala obligada antes de atreverse a cruzar la Antártida, Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza regresaron asustados. No fue el frío extremo, las palizas infernales, los problemas con las cometas o el hambre lo que les puso en guardia ante lo que sufren estos días: fue el desgaste emocional de la convivencia, su roce claustrofóbico, la novedad que les obligó a replantearse su viaje. Los tres son amigos hechos en la montaña, donde han superado escollos tremendos como la travesía del Broad Peak (8.047 m), en la que alcanzaron un punto de no retorno: o pisaban cima o caían en el intento, ejercicio de trabajo en equipo, de una lucha conjunta por sobrevivir que tiende puentes fraternales. Unos puentes que la Antártida vuelve a poner a prueba.



Posted originally: 2011-12-07 04:30:00