Un siglo de altos vuelos

EN aquel Imperio donde antaño nunca se ponía el sol, hacía ya tiempo que había empezado a atardecer. Veníamos de los días gloriosos, pero también de un país de calzas sucias, duelos y quebrantos, trujimanes, pícaros y pendencieros. Veníamos de los oros literarios, de los maestros de la pintura, de los feroces guerreros, pero también de la superchería, la superstición, el fanatismo, la ignorancia secular. Habíamos vivido surcando los cielos imperiales, pero el pueblo se pudría en los infiernos de la incultura. Pero aquel siglo que comenzaba, el XVIII, y aquella nueva dinastía, los Borbones, ve...


Posted originally: 2011-04-18 06:49:45