DISCORDIA

CCOO y CSIF acusan al Sindicato Médico de ir a la huelga "por motivos económicos"

Rueda de prensa conjunta de CCOO y CSIF / Alejandro Castillo
Ambas entidades consideran que algunas de las reivindicaciones de Roviralta y compañía no son más que "apropiaciones": "Hay cosas que llevamos pidiendo nosotros desde 2012"

Comisiones Obreras y CSIF lo tienen claro: la huelga sanitaria esconde tras de sí "motivos económicos". Ambas entidades han salido este viernes a la palestra para -en palabras de Juan Iglesias- "poner un poco de sentido dentro de la ceremonia de la confusión en la que se ha convertido la situación". Menos es difícil.

Pese a haberlo hecho "con gran pesar", el actual secretario de Organización de CCOO, Ángel Lara, no ha dudado en arremeter contra la sanidad de nuestra querida Ceuta. "Primero, en atención y respeto a la ciudadanía; segundo, por un compromiso con el conjunto de los trabajadores", exponía el sindicalista, que cree que nuestro sistema de salud "ni es universal ni está siendo equitativo". "Estas son las terribles consecuencias de que hayan gobernado PP y PSOE", aseveraba. "Si no hacemos algo, no seremos un país tercermundista, pero nos acercaremos mucho", añadía.

Alejandro Artero y Carolina Gallego, representantes sanitarios de Comisiones y CSIF, respectivamente, han acaparado el grueso de una dilatada comparecencia que bien podría resumirse en eso de 'y tu más'. Artero ha arrancado atizando al Sindicato Médico por estar este emprendiendo -a su juicio- "una negociación unilateral con el INGESA". "Las negociaciones siempre se llevan a cabo en las mesas sectoriales", reprochaba. Sea como fuere, Alejandro ha querido aclarar que los "logros" salidos de las recientes reuniones entre el ente público y la organización que preside Enrique Roviralta no son atribuibles solo a esta última, sino a "todas las entidades sindicales", que llevan tiempo intentando mejorar a pico y pala las condiciones de quienes se desempeñan dentro del sector.

Rueda de prensa conjunta de CCOO y CSIF / Alejandro Castillo

Artero ha ido aun más allá en sus ataques velados hacia Roviralta y compañía al momento de asegurar que "existen tres tipos de mentiras: las mentiras, las grandes mentiras y las estadísticas, que siempre se pueden maquillar". Para el sindicalista, esas "más de 3.800 consultas canceladas" a las que se refirió el SMC en su última nota de prensa constituyen "una cifra desmesurada". "A lo mejor, han contabilizado las consultas de Algeciras y La Línea", ironizaba.

El hoy portavoz de Comisiones Obreras tiene el firme convencimiento de que "la huelga no tiene ningún sentido". "Hay reivindicaciones que llevamos pidiendo nosotros desde 2012 o 2013", revelaba el sanitario, que tachaba esas mismas reclamaciones de "apropiaciones". Tal sería el caso, por ejemplo, de la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales, a lo que el propio sindicalista ha apostillado que "los médicos no quieren cobrar más, sino librar más". "Hay algunos compañeros que hacen "2.192 horas anules", afirmaba.

Quienes, presumiblemente, sí querrían ganar más dinero son los facultativos 'público-privados' (aquellos que se han declarado en 'rebeldía', al menos). Es justamente en este nicho donde los sindicatos encuentran la razón de ser del parón (y del pulso que el SMC está echando a Madrid). "La huelga es por la incompatibilidad de las actividades mixtas; solo por eso", apuntaba Artero. Este último ha anunciado que CCOO y CSIF están trabajando en esta y en otras dos líneas de trabajo, como son "la digitalización de las bolsas y la incorporación de nuevas categorías". "Se está negociando; no hace falta montar una huelga", incidía.

La crispación es tal que los roles de buenos y malos parecen ir alternándose por cada día que pasa. El Sindicato Médico lleva más de un mes y medio insistiendo en que el parón -su parón- no obedece sino a una suerte de 'compromiso' para con el ceutí medio en aras de mejorar la calidad asistencial de nuestra sanidad. Casualidad o no, el resto de órganos de representación sindical se atribuyen el mismo cometido. ¿Quién miente y quién dice la verdad?