CONSEJOS DE INGESA

Cuidado con lo que comes durante el verano

Gazpacho

Desde el Área de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de INGESA se quiere dar a conocer una serie de recomendaciones alimentarias para el verano, algunas básicas para no deshidratarse, pero sobre todo para comer sano y seguro.

-Para empezar, subraya INGESA, recordar que una dieta estándar en verano debe contener hortalizas y verduras en forma de gazpachos, salmorejos o ensaladas; al menos tres piezas de fruta al día; alimentos ricos en antioxidantes como la zanahoria, pimientos rojos, melón, espinacas o berros; pan y cereales integrales; legumbres en forma de ensalada; y pescados.Consejos que sirven también para el invierno pero que hay que extremar durante elperiodo estival.

Precauciones que hay que cuidar también en la higiene y seguridad alimentarias. Por ello es necesario lavar bien las verduras, usar gotas de lejía de uso alimentario para el lavado y conservarlas en frío; los huevos han de comprarse limpios, no lavarlos y guardarlos en el frigorífico y, ojo, hay que cuajar bien las tortillas y no dejar a temperatura ambiente mahonesas, cremas o batidos.

Desde el Área de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de INGESA nos dan también algunas claves para comer seguro, además de sano: No comprar pescado con olor fuerte. Si se va a congelar, hacerlo cuanto antes. Envolver cada tipo de pescado por separado. En cuanto a la carne fresca, debe ser roja, no marrón, y su grasa blanca, no amarilla. Las aves resisten mal la luz y las altas temperaturas, así que conservar en fío.

Seguro que lo sabe pero conviene recordar que el olor a amoniaco del marisco, fuerte o desagradable, indica descomposición. No consumirlo nunca crudo y cocerlo en las 24 horas siguientes a su compra o congelarlo. Consumirlo antes de dos o tres días y, ante todo, desconfiar del marismo que no lleve etiqueta de depuración.

Y con los lácteos, en especial los helados, es necesario evitar la descongelación de helados. Guardar los productos lácteos en el frigorífico y consumirlos lo antes posible una vez abiertos. 

-Proteger los embutidos de la humedad y de los cambios bruscos de temperatura. 

-Descongelar los alimentos en la nevera.

-Mantenerse bien hidratados, preferentemente con agua.

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