Poco después de las 10.00 horas de la mañana de este jueves, la brigada forestal de Tragsa detenía en seco su trabajo y todas las miradas se concentraban en un punto con las cámaras por testigo. “Se han recogido muestras para analizar. Estamos esperando confirmación por parte de la autoridad judicial. Hay secreto en las actuaciones”, confirman a medias desde la Jefatura Superior de Policía en Ceuta, que van con pies de plomo en esta investigación y se niegan a anunciar aún el hallazgo de restos humanos a la espera de confirmación forense. Se espera a la autoridad judicial en el lugar de los hechos para dar fe del posible hallazgo de lo que podrían ser los restos del joven desaparecido hace un año.

Tras dos largas jornadas, todo indica que a la tercera se ha dado con el rastro de Mohammad Alí, el joven ceutí desaparecido hace más de un año y de cuya muerte están acusados tres amigos: dos chicos, uno de ellos menor, y una chica, menor en el momento de los hechos. Los dos menores de edad están desde este miércoles en el centro de Punta Blanca y el tercero en el centro penitenciario de Fuerte Mendizábal. Los tres con prisión sin fianza acusados de homicidio/asesinato, según fuentes del TSJA.

Sus pertenencias o la ropa que llevaba cuando desapareció podrían ser indicios cruciales a la espera de su posterior análisis forense que certifique su identidad. Pero, de momento, desde la Jefatura de Policía rechazan confirmar hallazgo alguno. No hay novedad, se sigue trabajando, insistían a media mañana cuando parte de la Comisión Judicial ya estaba allí. 

Han sido necesarias más de 48 horas de batidas,70 agentes, un dron, la unidad de la Policía Científica y una unidad canina especializada en estas búsquedas llegada desde Madrid y, sobre todo, una brigada forestal de Tragsa, que ha debido enfrentarse al duro trabajo de desbrozar la zona y retirar la maleza en una zona de complicado acceso.