El juicio al ex docente del colegio San Agustín por hasta siete delitos relacionados con menores, empezó este jueves en la Audiencia Provincial y  lo hizo con retraso y avanzó a trompicones. Y no por culpa de la mesa del Tribunal, de las partes o del mal hacer los funcionarios. Todo lo contrario. Una vez más el obstáculo fue técnico y de nuevo con las declaraciones por videoconferencia como epicentro del problema.

“¿Me escuchas?”. “No se escucha” “¿Me oye, me oye? Dile que nosotros no le oímos", “¿se ha asegurado que tenga el micrófono conectado”… La melodía de cada día volvía a sonar en la Audiencia Provincial. Del nuevo fallaba la videoconferencia a través de la que debía declarar el primer testigo, que precisamente comparecía debido a que su primer testimonio no se grabó correctamente.

Obligado por los problemas técnicos, el presidente de la Sala, Fernando Tesón se vio obligado a pedir un receso para resolver los problemas técnicos, que, como ya avisó al comienzo del juicio pueden acabar dando al trastre con todo y provocando la anulación de la vista. Ya pasó en el juicio por el asesinato de Tafa Sodía. El Tribunal Supremo terminó admitiendo que los constantes problemas de conexión habían menoscabado la defensa del acusado que quedó impune.