Más de 200 personas han viajado desde Ceuta y Melilla a Siria o Irak para enrolarse en las filas yhadistas
Los servicios antiterroristas españoles tenían contabilizadas al cierre del año pasado un total de 204 personas, españolas o residentes en España, que se habían desplazado "desde Ceuta y Melilla" a Siria e Irak para enrolarse en las filas de los grupos yihadistas que operan en esas zonas de conflicto. Se estima que 45 han muerto y unos 30 han regresado a Europa. "De este grupo de combatientes solo un 20% eran de nacionalidad española, mientras que la mayor parte un 65% eran ciudadanos marroquíes". El 15% restante era de otras nacionalidades, según informa este sábado la Cadena SER citando el último balance de terrorismo elaborado por el Ministerio del Interior correspondiente a 2016.
El número de combatientes que sale de España a zonas de conflicto sigue aumentando. Sin embargo la cifra de desplazados es muy inferior a la de la mayoría de los países europeos de nuestro entorno. Francia por ejemplo calcula en 1700 el número de ciudadanos del país o residentes que han viajado a Siria o Irak para combatir en las filas del terrorismo yihadista.
De acuerdo con los datos que manejan los servicios españoles, de los 204 desplazados unos 30 han regresado a España o a otros países. Varios de estos retornados han sido capturados y están encarcelados. El año pasado por ejemplo fueron detenidos cuatro hombres y dos mujeres que habían viajado a la zona de conflicto para encuadrarse en los grupos terroristas. Algunos retornados de los que se tiene constancia no han sido detenidos pero "han sido sometidos a medidas de control y vigilancia por interés policial", según la SER.
El número de amenazas a España se ha doblado con respecto a 2015 según los datos recogidos por Guardia Civil, Policia Nacional y Centro Nacional de Inteligencia (CNI): "Las menciones a España han sido constantes a lo largo de todo el año. Algunas veces se han efectuado mediante amenazas directas con llamamientos expresos a atentar contra España y contra sus ciudadanos y otras veces han han publicado imágenes y referencias que se han interpretado también como una amenaza", indica el balance.