BATALLA JUDICIAL

El antepenúltimo ocupante de los chalets del Puerto pelea alargar la jubilación para poder quedarse

El antepenúltimo ocupante de los chalets del Puerto pelea alargar la jubilación para poder quedarse
chalés puerto
La disputa por recuperar las viviendas y el terreno sigue./archivo
De la decena de chalets sólo quedan tres ocupados y uno de los actuales inquilinos habría tratado de vincular su disfrute de la vivienda de más de 2.000 metros cuadrados a su condición de trabajador del Puerto al tiempo que ha reclamado no jubilarse de forma obligatoria para poder seguir disfrutando del chalet.

En los noticiarios, telediarios y portadas se cuelan con asiduidad titulares sobre el enorme problema de la vivienda en todo el país. Los precios, la gentrificación, el uso y abuso de arrendatarios y fondos buitres interesados en la especulación, la enorme subida de los alquileres al calor de los beneficios extras que reporta poner 50 metros cuadrados a disposición de turistas ocasionales y no de inquilinos estables y un largo etcétera. Ceuta no es ajena a la mayor parte de esa problemática. La falta de suelo y de vivienda ha propiciado que el metro cuadrado no sea barato y más bien esté en la parte alta de la tabla de todo el país. Tal vez sea eso lo que ilustre la historia de resistencia de funcionarios con muy buenos sueldos a desalojar los chalets de la Autoridad Portuaria de algunos de sus inquilinos. O tal vez, simple jeta. Desde la actual Presidencia de la Autoridad Portuaria se ha dado continuidad a las acciones emprendidas ya en 2018 para devolver al pueblo el disfrute de los terrenos en los que entre la trasera de Cañonero Dato y los Jardines de la Argentina se levantaban una decena de chalets en los que han morado durante lustros altos funcionarios de la Autoridad Portuaria disfrutando de rentas irrisorias de hasta 5.000 pesetas de las antiguas (30 euros) anuales, sin costes de luz, agua o IBI, y con espaciosos hogares de entre 1.000 y más de 2.000 metros cuadrados. Actualmente quedan tres ocupados. Y el antepenúltimo de los inquilinos ha recurrido hasta su jubilación para poder morar más tiempo en su mansión. Está dispuesto a trabajar más tiempo y retrasar el paso a la vida ociosa con tal de poder seguir viviendo ahí.

La Autoridad Portuaria aún así ya le contestó a finales de noviembre que no a sus pretensiones. En un escrito que firma el propio presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Manuel Doncel, se le viene a dejar claro que el hecho de esperar a su jubilación para pedirle el desalojo fue más bien una deferencia y no un hecho legal que fuese vinculante entre su condición de trabajador del Puerto de Ceuta y su disfrute de la vivienda.

Se trataría de la antepenúltima de las viviendas ocupadas, que el Puerto espera poder demoler en breve, una vez salga el inquilino. En concreto, el chalet número 1, uno de los más grandes de los que existían y que la propia Autoridad Portuaria tasó en su día en un valor superior al millón de euros.

La resolución de la Presidencia de la Autoridad Portuaria deniega la pretensión del todavía actual inquilino. Y le recuerda que “con fecha 1 de febrero de 2005, usted solicita la ocupación del chalet nº1 comprometiéndose a aceptar su entrega en precario mediante el pago de una renta, condicionado a la aprobación del Plan de Usos, y a desalojarla sin indemnización alguna”. El concepto en precario es clave.

La entonces Presidencia de la Autoridad Portuaria, (Pepe Torrado, uno de los que ya entregó las llaves) le concedió la vivienda sólo una semana después, el 8 de febrero de 2005.

En diciembre de 2018, el Consejo de Administración del Puerto aprobó recuperar las viviendas para su demolición y cesión a la Ciudad Autónoma de Ceuta “con la finalidad de abrir un vial de servicio para la mejora de la ciudad, equipamientos urbanos, por lo cual se da la circunstancia bajo la que se solicitó la vivienda, y así se le otorgó”, le recuerda el escrito de la actual Presidencia.

Y desde entonces el Puerto ha venido trabajando para recuperar las viviendas. 4 años después aún le quedan tres inquilinos por desalojar. Este el antepenúltimo habría tratado de alegar que dado que se esperó a su jubilación para pedirle la entrega de las llaves entiende que existe cierto vínculo entre su condición de funcionario y el disfrute de la vivienda y a su vez ha denunciado su jubilación para poder prolongar su vida laboral y seguir disfrutando de la vivienda.

Ese vínculo es justo lo que niega ahora el Puerto: “Consecuentemente, el uso y disfrute de dicha vivienda, no está condicionada al mantenimiento y vigencia de la relación laboral, sino como todo precario al consentimiento del propietario. Otra cuestión es que el cese en su puesto de trabajo por jubilación obligatoria, haya sido considerado como momento propicio y adecuado para que el empresario propietario decida libremente cesar en la autorización de uso y disfrute de la vivienda chalet nº1, acción que puede o podía haber sido realizada en todo momento, al ser de tracto sucesivo, y que está en consonancia con el proceso de recuperación de la totalidad de las viviendas para dar al terreno el fin establecido”, recoge la resolución firmada por Doncel.

Y en consecuencia, el Puerto le insta a abandonar la casa: “ha de concluirse que en modo alguno el uso y disfrute de la vivienda chalet nº1 se ha integrado en su contrato de trabajo”.

Y le advierte: “si no desaloja dicha vivienda en el plazo que se le indicó, se iniciará la acción de desahucian indicada”.

Y la advertencia sigue su curso, si bien el inquilino dispuesto a pelear por mantener su vivienda, habría denunciado ya en la vía judicial el desahucio recurriendo la orden de desalojo del pasado noviembre ante el juzgado. De momento lo que ha conseguido es ganar tiempo porque la primera acción judicial se ha fijado para el 16 de marzo próximo.

El antepenúltimo ocupante de los chalets del Puerto pelea alargar la jubilación para poder quedarse


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad