De reconocido prestigio


El Pleno del pasado viernes sirvió para positivar muchos negativos de la realidad ceutí. El Gobierno sigue navegando en un mar de dudas y deudas en el que llueven pelotazos en la línea de flotación constantemente. Sobre la famosa Manzana del Revellín se escuchó por boca del consejero de Economía la enésima versión distinta sobre el posible traslado del mercado al complejo cultural. Doncel dijo que el proyecto se paralizaba hasta que no se resolviera la propiedad de la parcela, Vivas desvinculo del frenazo a sus planes el traslado del Mercado, pero con matices, ni sí ni no, sino todo lo contrario. Bel dio por seguro el traslado y auguró que en siete días habría financiación, Vivas después volvió a ejercer de gallego en la misma línea y el viernes, Guillermo Martínez volvió a decir que no estaba tan claro lo de la mudanza del mercado de frescos de la Constitución al Revellín. Todo en una semana. ¿Estos señores se sientan en la misma habitación en el Consejo de Gobierno de los lunes?

Además, Martínez dio muchas pistas a la oposición sobre el asunto. Resulta ahora que la parte de obra en común se limita al movimiento de tierras y de eso sí hay datos de cuánto ha puesto la empresa, aunque de momento no se han ofrecido. Me da a mí que hasta ahora el Gobierno había vendido que era más. De hecho, según Martínez hay edificios privados que está construyendo en el complejo la empresa Manzana del Rebellín SL. Vivas había dicho no ha un mes que se trataba de la parte del subsuelo. No sorprende a nadie ya que las versiones dentro del Gobierno no casen.

Y yo me pregunto una vez más ¿cuánto ha puesto en total la empresa en esta megalítica obra? ¿Tiene realmente edificios privados que serán usados por ella o pagados en magnífico alquiler por todos los ceutíes después de pagar más de 50 millones de euros por levantar el complejo?

Una vez más ante la falta de proyecto lo que prima es la improvisación. Sagaz, lo que se dice sagaz, no fue mucho el consejero de Economía en el Pleno. No se le ocurrió otra brillante idea que comparar los costes del complejo de Siza para defender la mala gestión del Gobierno con el del Guggenheim en Bilbao.

Hacía tiempo que no escuchaba nada tan necio. Lo más evidente es que Bilbao no es Ceuta y los parecidos no son ni en el cielo de ambas ciudades. El Botxo acostumbra a regalar gris y Ceuta cielos azules, los atardeceres de Bilbao son naranjas, los de Ceuta rojos. El Guggenheim, señor Martínez tampoco costó mucho más de lo que está costando el complejo de Siza. La obra del edificio, salió por 126,5 millones de euros, poco más del doble que el complejo de Siza. Y ahora si quiere vuelva a atreverse a comparar. Pero antes de que su ignorancia en este asunto le vuelva a hacer arrojarse al barranco de los atrevidos, quédese con otro dato: “Un estudio de una consultoría, encargado por el propio museo, estima en 1.571 millones de euros el PIB generado desde su apertura hasta finales de 2006, lo que se traduce en unos ingresos para la Hacienda foral vizcaína de 259 millones”, cito un artículo de El Correo de mi admirado César Coca y aquí dejo el enlace para quien tenga ganas de profundizar. Imaginamos que la auditoría encargada por el museo será de tan reconocido prestigio como todos los informes que se afana en citar el Gobierno de un tiempo a esta parte. Por cierto el Museo de Bilbao abrió sus puertas en el verano de 1998.

Fíjense como andarán los ánimos en el Gobierno con este asunto y cómo Vivas viene metiendo la cabeza bajo tierra que en el Pleno Alí le acusó de mentir a la ciudadanía y Vivas no hizo lo que acostumbra en estos casos, no irrumpió en el Pleno para llamar al orden. Dejó pasar su turno y esperó a que Guillermo le defendiera.

De reconocido prestigitador es convertir un proyecto inicial de 13 millones de euros en el mayor agujero negro de las arcas municipales en la historia de la Ciudad de Ceuta. Van por más de 50 y todavía no se ha terminado esto. ‘¡Gensanta!’ que diría Forges. No saben cuánto ha puesto en el proyecto la empresa que es propietaria de los terrenos y por tanto no saben cuánto ha pagado por el terreno, que hasta que se demuestre lo contrario seguiremos sospechando que es cero euros, cero pesetas, cero céntimos y cero dólares. Aquí echo yo en falta auditorías para saber cuánto ha pagado la empresa murciana. Eso sí, que sean de “reconocido prestigio”.