Reflexiones monárquicas de un republicano

Parece que no andan las cosas bien para la institución monárquica en España. No me refiero a los niveles de apoyo popular, que siguen siendo bastante altos, sino a los debates que se vienen produciendo en algunos medios de comunicación. Lo grave es que se hace tanto desde los medios más cercanos a la derecha y a la Iglesia católica (COPE), como desde otros, alentados por los socios del Partido Socialista, o incluso por algunos militantes y cargos públicos de ese mismo partido. Pero ¿tiene algún sentido este debate?, ¿ha llegado el momento de plantearnos un cambio en el modelo de Estado?, ¿es necesario?.

Conocí personalmente a José María Fidalgo, Secretario General de Comisiones Obreras, en Pamplona, en la inauguración de la nueva sede del Sindicato. Allí dio una pequeña charla a los asistentes, nos informó que iba a participar, junto a los Príncipes de España, en algún tipo de acto, y nos hizo una confesión al reconocer que si a él, republicano convencido, le hubieran dicho hacía 20 años que iba a inaugurar algo junto a los representantes de la institución monárquica, no se lo hubiera creído. Con esto nos quería mostrar, con una sinceridad digna de elogio, que los tiempos cambian y que la democracia española se había consolidado en perfecta armonía con la institución monárquica, y con la anuencia de muchos españoles que son republicanos por convicción ideológica.

Desde el punto de vista democrático, parece más convincente que todos los cargos sean elegidos por sufragio entre los ciudadanos. Aunque también es un síntoma de salud democrática que a estos se les elija por un tiempo máximo, dos, a lo sumo, tres mandatos, pero nada más. Lo que no es razonable, ni bueno para la democracia, es que, por ejemplo, Chaves lleve gobernando en Andalucía 14 años, o los más de 20 que pasó Jordi Puyol en Cataluña, o los que ha estado Ibarra en Extremadura. Sin embargo, ese debate parece que no toca ahora, o no le interesa a algunos.

Y respecto a lo que representa la Monarquía, también hay quien entiende que es bueno que haya una figura neutral, que intente mediar entre las instituciones. Aunque ese papel también lo podría desempeñar el Presidente de una República, que además sería elegido por los ciudadanos. De acuerdo. Pero, ¿de verdad no hay problemas en España más importantes en este momento de los que preocuparnos?, ¿o es que mientras que hablamos de la Monarquía, no hablamos de lo que de verdad preocupa a los ciudadanos?.

Personalmente pienso que intentar meternos en un debate sobre la utilidad de una institución que ha cumplido un papel importante en la estabilidad democrática del país, es una estupidez. Y no es que yo sea monárquico, sino que pienso que, en estos momentos, con Monarquía o sin ella, los problemas seguirían siendo los mismos y no se obtendría ninguna ventaja. Pero además no entiendo el interés de la COPE en el asunto. O el de los socios del Partido Socialista. Posiblemente se trate de que a unos les cabrea que el Rey sea amigo de los socialistas, y a los otros que represente la unidad de España. Si es así, entonces es que la Monarquía está cumpliendo su papel a la perfección. Ni más ni menos que el que le marca la Constitución: ser el símbolo de la unidad de la nación y representar un papel neutral.

Sin renunciar a que algún día se inicie un debate sincero y constructivo sobre la organización territorial y política del Estado, creo que ahora no es el momento. Y mucho menos si lo que se pretende es obtener rentabilidad electoral. Yo me conformaría con que el Rey visitara Ceuta. Seguro que aquí, los republicanos y los no republicanos, lo recibíamos con los brazos abiertos.