El acoso sí existe (suma y sigue, 3)
Ya habíamos hablado de la soldado artillera C.V.B., y de cómo perdió a su hijo durante la convalecencia de una baja derivada de acto de servicio, y de las graves consecuencias disciplinarias que ha tenido para ella ser beligerante en su busca de justicia y restauración de su honor. Cómo lejos de proporcionarle la debida protección, se puso en marcha toda la maquinaria jurídica y sanitaria del Ejército para protegerse de las consecuencias que se derivarían del reconocimiento del acoso laboral que vino sufriendo.
De esta forma, al comprobar la resistencia y beligerancia de dicha soldado, en otro intento por conseguir la asfixia mental y económica de esta y de su entorno, en lo que sería otra vuelta de tuerca, se le inicia ahora a su pareja el soldado J.M.G.R., que también es militar, un expediente disciplinario por falta grave.
A tenor de la documentación proporcionada en la comunicación del inicio de dicho expediente, todo comienza con un parte que luego es ampliado en otro parte, tras lo que no dejó de ser una fase de información previa, por el Coronel Jefe de la Delegación de Defensa de Zaragoza el sr. Conrado José Cebollero Martínez (IMAGEN D).
En este acto, en lo que supone una clara limitación o impedimento de la defensa del soldado, tanto el señor Teodoro Baños como el Teniente Coronel Auditor M.A.R.J. y el propio instructor del expediente el capitán E.S.M., no sólo no le proporcionaron dichos partes y una copia de la fase de información previa realizada por el sr. Conrado José Cebollero Martínez, sino que además se le ocultó deliberadamente la identidad del autor del parte que inició todo el procedimiento, impidiendo así que pudiera poner en duda la calidad y veracidad del testimonio de dicho autor.
La única documentación que se aporta como supuesta prueba irrefutable son una acreditación de apoderado, que en ningún caso es un cargo político, y un acta de escrutinio, ambos documentos obtenidos de una forma con una muy cuestionable legalidad. Es curioso que estos documentos si se aporten pero no los partes por escrito que originaron el expediente sancionador.
Pero vallamos más lejos, hace falta tener pocos escrúpulos y valores morales, para iniciar un expediente sancionador en base a unos supuestos motivos que la propia Ministra de Defensa, la Sra. Margarita Robles, estima como no merecedores de reproche alguno, como prueba el hecho de que la cabo Teresa Franco Martínez estuviera nombrada como número dos al ayuntamiento de Murcia por el PSOE (IMAGEN E), el partido de la Ministra, estando en activo y sin que se le iniciara expediente disciplinario alguno.
Al igual que en el caso de su pareja la soldado artillera C.V.B, gracias al Sr. Vicente Salvador Centelles (subsecretario de defensa durante el 2011), a la Sra. Ministra Margarita Robles (sólo ha demostrado ganas de actuar cuando existía un interés político, léase el caso de Teresa Franco Martínez) y al Sr. Teodoro Baños (tampoco a demostrado interés por subsanar esta injusticia), el soldado se ha visto solo sin un protocolo al que poder acudir para solicitar protección al sentirse acosado laboralmente por sus mandos.