Ahora que a Carod lo van a jubilar sus compañeros camisas grises, Arzallus es una vieja gloria gruñona y Fraga se remansa en su provecta lucidez soltando incómodas verdades a media voz, la plaza de tocapelotas oficial ha quedado vacante en la política española.... (sigue leyendo aquí la columna de Ignacio Camacho)....