Al referirse a su plantilla, Abel Resino confesó en los micrófonos de Radio Marca su impresión de que al equipo le faltaba carácter. Una sensación que matizó explicando que eso era algo innato en un jugador y que no quería decir con ello que sus pupilos no lo diesen todo sobre el terreno de juego. Unas declaraciones que ayer conocieron en la caseta y que fueron respondidas por Pablo Ibáñez. El central manchego, uno de los jugadores que más tiempo llevan en ese vestuario, seis años para ser exactos, comentó que él no estaba de acuerdo con esa apreciación ofrecida por su técnico. "El equipo tiene muchos internacionales en su plantilla, llevamos tiempo aquí y todos sabemos cómo se mueve un poquito el Atlético cuando pierdes, pero no creo que le falte carácter. Hay buenos jugadores que pueden llevar el rumbo del equipo perfectamente y así se ha demostrado estos dos últimos años para entrar en Champions", aseguró el futbolista rojiblanco. Una muestra de que las palabras de Abel no agradaron en exceso a unos jugadores decididos ahora a dar la vuelta a una situación que con la victoria ante el Zaragoza ya no es tan crítica. "Nosotros hemos recuperado la confianza que podíamos haber perdido. No se a cuántos puntos está la Champions ahora mismo, pero es hasta pronto para verlo", comentó Pablo. "Debemos ir paso a paso y tener paciencia. Este equipo tiene la suficiente experiencia y calidad para corregir lo que llevamos atrás y poder estar arriba".

Con la victoria ante los maños, las cuentas en la caseta rojiblanca han empezado a aflorar y les salen. Entienden que ya han pasado la situación más crítica de la temporada, el momento de todo curso en el que confluyen todas las desgracias en forma de lesiones, sanciones o convocatorias internacionales juntas. Fases por las que Pablo entiende y espera que pasen a partir de ahora el resto de los equipos. "Era importante ganar antes de estas dos semanas sin fútbol. Aún acabamos de empezar, muchos equipos van a pinchar, van a tener rachas malas y esperemos que nosotros la hayamos pasado ya. Todavía queda muchísima Liga y tenemos que tener confianza". Pablo alude a la clase que tiene el equipo para prometer una mejoría. "Esperemos que la calidad que tiene esta plantilla, que eso es indiscutible, sirva para ganar puntos y estar arriba, como los dos últimos años".

Los más 'goleados'

Sin entrar a valorar las causas que provocaron que el equipo encadenase siete partidos sin ganar "no sabemos qué ocurrió", Pablo sí quiso detenerse en el hecho de que los rojiblancos sean el conjunto más goleado de la Liga. "El equipo ha encajado muchísimos goles en este comienzo de temporada. Debemos de trabajar mucho los movimientos (defensivos) y tenemos que corregir muchos errores, pero no sólo la defensa, sino todo el equipo, porque no estamos defendiendo como deberíamos"

Jesús Angel García Bragado, de profesión atleta y podólogo, sienta plaza de personaje singular dentro del atletismo español, una suerte de viejo cascarrabias que canta sus verdades al más pintado pero con quien es obligado contar siempre en las grandes ocasiones.
os días anteriores a la competición ningún periodista le pide declaraciones. Es inútil intentarlo porque el madrileño tiene por costumbre hablar solo sobre el asfalto y, si acaso, después de cada prueba. Es entonces cuando saca su lengua a pasear y dispara contra jueces o dirigentes.
El año pasado, después de obtener el mejor resultado de un atleta español en los Juegos de Pekín (cuarto en 50 km) lanzó en caliente un recoplón al presidente de la Federación Española, José María Odriozola, a quien aconsejó que dejara de hacer quinielas con las medallas.
Probó fortuna en política en las listas municipales del PP por Lérida pero no sacó el acta, aunque llegó a ejercer sustituyendo a un compañero de lista. Está separado de su mujer, la ex gimnasta Carmen Acedo, y constituye un ejemplo de fidelidad a un club, el modesto Canal de Isabel II madrileño, al que ha pertenecido siempre, incluso cuando residía en Lérida.
En los Europeos de Gotemburgo 2006 había conseguido, con 36 años, su duodécima medalla en alta competición, pero en Berlín ha dado un nuevo ejemplo de longevidad deportiva al colgarse la de bronce, la única que le faltaba en un Mundial.
García Bragado tiene ahora cuatro perseas en campeonatos del mundo, más que ningún otro atleta español, otras tres en la Copa del Mundo (un oro y dos platas), tres títulos y dos platas en Copa de Europa y dos medallas en los Europeos (en Múnich 2002 fue tercero).
Fiel a su carácter huidizo, no necesita a nadie para entrenarse. Lo hace solo desde hace años.
Sus mejores éxitos se han producido en años impares, coincidiendo con campeonatos del mundo, aunque en los últimos (Helsinki 2005 y Osaka 2007) fue descalificado.
Los Juegos Olímpicos no han sido lo suyo, aunque en los últimos fuera el mejor atleta español y en los de Atenas 2008 obtuviera un excelente quinto puesto. Antes había sido décimo en Barcelona'92, retirado en Atlanta'96 y duodécimo en Sydney 2000.
Su deseo de alcanzar el éxito olímpico le mantiene en forma pese a sus problemas de cadera que le obligaron a pasar por el quirófano después de los Juegos de Pekín.
Su descalificación en los Mundiales de Helsinki le indujeron a introducir cambios técnicos en su forma de marchar que le acarrearon problemas musculares en la cadera.
En materia deportiva prefiere no vivir del pasado. Le motivaba la posibilidad de retirarse en unos Juegos Olímpicos en Madrid, pero al no ser elegida como sede de 2012 sabe que eso ya es imposible. Quería gastar su último cartucho en los Juegos de Pekín y se quedó a las puertas tras una gran remontada.
El año próximo, en los campeonatos de Europa de Barcelona, García Bragado puede poner el broche a una vida deportiva insólita por su duración, brillante por sus resultados (18 años compitiendo) y singular por su carácter irreductible.