De la sucursal de la Caja en la que trabaja a diario en un pequeño pueblo burgalés del Valle de Losa, al césped del Sardinero. A las tres de la tarde del martes, Pablo Infante, cabeza visible del equipo revelación de la Copa, se subía en un coche y recorría los 120 kilómetros que separan Quincoces de Yuso de Santander para disputar, seis horas después, el partido más importante en los 85 años de historia del Club Deportivo Mirandés. A las once de la noche, el habilidoso extremo celebraba la clasificación para cuartos después de sentenciar la eliminatoria con un gol de penalti. La expedición de...

Cuando cuentas con dos grandes porteros y debes elegir, lo mejor es no hacerlo. Eso debe pensar García Pimienta, que ha hecho jugar tres partidos a cada uno de sus guardametas en el inicio de temporad