La dirección comparte que los comicios lleven a la mayoría absoluta al PP y despojen a la federación de su poder territorial // Los dirigentes ven "dramático" el agotamiento del proyecto socialdemócrata, aunque coinciden en que no es su "culpa"
Si el PSOE sube mucho, nos funde, y si le va muy mal, también nos hace polvo. Lo decía con cierta sorna, pero este dirigente de IU traducía ayer gráficamente una preocupación extendida en la dirección federal y compartida por todas las familias: el temor a una absoluta debacle de los socialistas en los comicios del 22-M y, a más largo plazo, en las generales. Ello mermaría, a la postre, la capacidad de influencia de la federación, sus posibilidades mismas de hacer y de demostrar políticas alternativas. "¿De qué nos sirve tener un diputado más si no hacemos nada?", se preguntaba uno de los cuadros territoriales. Y la influencia no es cosa menor, porque es lo que ahora más exhibe la cúpula en estas elecciones: gestión, una forma distinta de "abordar los problemas", según describía ayer mismo el propio Cayo Lara. "Estamos para gobernar, para transformar", recordaba una regidora andaluza en los pasillos donde se celebró la Convención Autonómica y Municipal.