El futuro de la planta de Opel en Figueruelas parece garantizado después del acuerdo alcanzado por la dirección de Magna y los sindicatos, y en el que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha desempeñado una decisiva y eficaz labor de mediación. El compromiso entre las partes limita a 900 el número de bajas en la planta aragonesa, frente a las 1.322 previstas anteriormente, asegura la actividad durante diez años, mantiene la factoría «intacta» hasta 2011 y garantiza que Figueruelas fabrique los derivados del Corsa. El desenlace de la negociación ha supuesto sustanciales avances sobre las posiciones de partida de la empresa Magna, lo que cabe apuntar en el haber de los representantes nacionales, desde el Gobierno a los sindicatos, que han sabido mantener un pulso complicado en una situación con no pocas aristas. Todo pacto supone siempre una transacción que conlleva cesiones, pero evita tensiones y conflictos, un escenario inconveniente en época de crisis. Sin duda, esos 900 despidos son la cruz de la moneda de una solución pragmática, aunque no ideal. Se ha salvado el futuro de miles de puestos de trabajo y se ha garantizado el funcionamiento del motor económico de una comarca cuya prosperidad depende en buena medida de Figueruelas.

La no aceptación del excedente laboral de 1.350 trabajadores propuesto por Magna y la falta de definición sobre el futuro de la división de prensas han sido los escollos insalvables en la negociación que esta noche han mantenido los sindicatos y la dirección de Magna.
       Dicha reunión, celebrada en la sede del Ministerio de Industria, ha terminado, tras más de tres horas, sin acuerdo, por lo que se mantienen la cuatro jornadas de huelga convocadas para el 28 y 30 de octubre y el 3 y 5 de noviembre.
       En la misma reunión los representantes sindicales reconocieron que se habían producido algunos avances relativos a la producción de la línea flexible y el programa de inversiones previsto para 2011, así como en la definición de los modelos derivados, tipo Combo, que puede acoger la planta de Figueruelas en el futuro.

La Comisión Permanente del Comité de Empresa de la planta de General Motors (GM) en Figueruelas ha rechazado por unanimidad el plan industrial propuesto por Magna para la factoría zaragozana, porque lo consideran insuficiente, y ha anunciado que convocarán una huelga.
Así lo ha dicho el presidente del Comité de Empresa, José Juan Arceiz, en una de las puertas de la factoría, tras concluir la reunión en la que han analizado la última propuesta de Magna, que incluye el despido de unos 1.350 trabajadores y el trasladado de parte de la producción a la factoría de Eisenach (Alemania).
El Comité reconoce que ha habido avances, especialmente con el volumen de producción a largo plazo de la planta, pero no son suficientes, ha explicado Arceiz.
Mañana, se reunirá el Comité para fijar un calendario de días de huelga porque, ha añadido Arceiz, la mesa de esta negociación está "bloqueada" y no va a salir nada más, y es necesario dar "un empuje de fuerza" para ver si es posible "arrancar algo".
El Comité de Empresa de la factoría española, en la que trabajan unas 7.500 personas, está compuesto por 35 representantes de las centrales UGT, CCOO, CGT, USO, OSTA y el sindicato de cuadros Acumagne.

El tercer día consecutivo de negociación con los sindicatos termina sin acuerdo