El Gobierno cree que la política que ha venido desarrollando con Marruecos es la acertada y, en principio, piensa mantenerla, pese a la situación creada por el caso de la saharaui Aminatu Haidar, según se indicó a ABC en fuentes gubernamentales.
Se piensa que ha habido ventajas en el descenso de los flujos de inmigración irregular, en la colaboración antiterrorista y en los intercambios comerciales e inversiones, y que ello justifica seguir con la misma actitud, aunque Marruecos no haya correspondido bien a esa amistad.
En conversaciones privadas, desde ámbitos oficiales y socialistas, no se...