lost

El maratón final de 'Lost'

Jaime Díaz, uno de los organizadores del multitudinario y más que exitoso evento, cuenta en voz alta. "Seis, siete, ocho, nueve y diez, hasta aquí", dice y pone cara de circunstancias. Ya no entra más gente. Ochocientas personas.

Lost in traslation

Es imposible sustraerse a la magia que irradia un país como Japón. El bullicio de las abarrotadas calles de Tokio nos traslada a un escenario futurista. El distrito de Akihabara es la meca mundial de la electrónica, la informática, los videojuegos y también el manga. El barrio de Ginza es el paraíso del lujo comercial. Shibuya es el territorio de las tribus urbanas de estética más rompedora. Pero también, templos sintoístas y budistas; la ceremonia del té; las ofrendas a los dioses; las reverencias de cortesía; el protocolo en el comer; la naturaleza intacta de algunos parajes; la majestuosidad del monte Fuji; los caucásicos ainu, legendario pueblo morador de la isla de Hokkaido o la educación y comportamiento peculiares de los nipones, que nos evocan un mundo anclado en un ignoto pasado.
Los japoneses se debaten entre el consumismo más exagerado, la adicción a la tecnología de última generación, la moda más transgresora y el más absoluto respeto a las tradiciones ancestrales.
Muchos visitantes, como los reflejados por Sofía Coppola en «Lost in Translation», pueden creer que ésa es una barrera cultural infranqueable. Nada más lejos de la realidad. Sólo con abrir los ojos y ensanchar la mente es fácil zambullirse en uno de los destinos más apasionantes que cualquier viajero se pueda proponer. Y seguro que ninguna percepción se perderá por problemas de traducción.
 

Empresarios de la Satrapía: Lost in Transaction

<!-- @page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } -->“Lost in transaction” viene de familia con pudientes, no una familia cualquiera. Era por ello que los viajecitos de ida y vuelta (como los cantes) entre la Satrapía y Tarifa, no los hacía por sustento, sino por divertimento....Lo típico, para Tarifa llevaba hierbas medicinales del Norte de África, y, no contento con eso y para
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