Esta tercera jornada de Champions League esconde una liturgia muy particular. Pep Guardiola fue el primero en hablar ante la prensa para recalcar que "tengo demasiada fe en mis jugadores". Minutos después, el entrenador del Rubin Kazan, Kurban Berdyev, apuntó su secreto religioso: "Espero que Dios escuche nuestras plegarias", consciente de que su equipo, colista en la liguilla, se enfrenta hoy "al favorito" del partido y de la Champions.
Más que de Hugo Sánchez y de su Almería, el tártaro tomó buena nota de la estrategia que Unai Emery planteó en Mestalla. Es el último partido que ha visionado y del que más conclusiones ha extraído. La principal, que no saldrán sólo a defender. "Intentaremos atacar. El Valencia hizo un muy buen partido. Esperamos demostrar de lo que somos capaces", explicó sin extenderse demasiado. Bueno, ninguna de sus respuestas superó dos o tres frases cortas.
Kurban Berdyev se puso la piel de cordero cuando le insistieron sobre las posibilidades de sus jugadores. "¿Contra quién no es favorito el Barça?", se preguntó esperando que alguien respondiera. No quiso señalar a Leo Messi como el jugador azulgrana más peligroso y generalizó sobre el potencial azulgrana. "Todos tienen mucha calidad", subrayó. Sobre sus bajas en defensa y en ataque, principalmente del delantero internacional Bukharov, el técnico ucraniano no quiso otorgarle excesiva importante. "No tendrán un impacto muy fuerte", afirmó en su frío tono habitual. Eso sí, apuntó que introducirá "matices" en el planteamiento. Y ahí se quedó
