El cambiante y voluble mapa electoral ceutí sufre de un efecto estable llamado Juan Vivas. El presidente del PP ceutí ha logrado lo impensable: Que los resultados de unas elecciones autonómicas se parezcan y sean casi idénticos de una legislatura a otra. Entre lo dictado por las urnas en 2003 y en 2007 apenas hay diferencia, 19 escaños para el PP de Vivas y 6 para el resto: 2 para el PSOE en ambas legislaturas y 3 para UDCE y uno para el PDSC en 2003 y 4 para UDCE-IU en 2007. La foto casi es fija. Esa estabilidad en la tendencia de voto de los ceutíes parece garantizada en los próximos comiciones del 22 de mayo, según auguran todas las encuestas.

Pero hubo un tiempo en que las cosas en Ceuta funcionaban de otra manera y la composición de la Asamblea mutaba casi por completo de unas elecciones a otras.

Basta con echar la vista atrás y recordar el resultado de las primeras elecciones democráticas, allá por 1979: El germen del PP de hoy obtuvo el 4,7 por ciento de los votos y no llegó a entrar en la Asamblea, se quedó en la puerta. El PSOE contaba entonces con cinco concejales y la Unión de Centro Democrático, luego CDS, contaba con 8 concejales. Ganó aquellas elecciones un grupo independiente, Agrupación Electoral Ceutí por un Ayuntamiento Democrático (AECAD), obtuvo el 46 por ciento de los votos emitidos y 12 conejales. Su líder Clemente Calvo Pecino fue el primer alcalde de la democracia en Ceuta.

Desde entonces los ceutíes reinventaban su Asamblea y la composición de sus fuerzas cada 4 años hasta que llegó Juan Vivas, fruto de una de las muchas mociones de censuras que cuenta la historia democrática ceutí. Quizás la más enrevesada de todas.

Así los independientes de AECAD desaparecieron de la Asamblea en los siguientes comicios, el PSOE sufrió varias fracturas a lo largo de su historia, desde el PSPC a Fraiz. La historia cuenta partidos localistas de todo pelaje y condición y corriente ideológica desde Ceuta Unida hasta el PDSC de Mizzian y Chaib (hoy con el PP este último). Hasta la irrupción del GIl que dio paso al PP de Vivas y supuso un punto y aparte.

El PSOE sufrió varias fracturas a lo largo de su historia, desde el PSPC a Fraiz. La historia cuenta partidos localistas de todo pelaje y condición y corriente ideológica desde Ceuta Unida hasta el PDSC de Mizzian y Chaib (hoy con el PP este último). Hasta la irrupción del GIl que dio paso al PP de Vivas y supuso un punto y aparte.

A Vivas no parece pesarle ni los 10 años en el gobierno, ni las sentencias judiciales en contra (como la de la Manzana del Revellín), ni el escándalo Gordillo o la salida por la puerta de atrás de su último consejero de Gobernación, ni la desaparición del Consejo de la Juventudo o la Residencia de la Juventud (los jóvenes son mayoría en el censo) o las contínuas idas y venidas de la oposición a la Fiscalía. No hay desgaste; y así lo señalan todas las encuestas. El PP repetirá resultado.

¿Qué pasaría si las encuestas aciertan y las urnas vuelven a arrojar unos resultados casi idénticos en la corriente de voto de los ceutíes a los de hace cuatro años? Tomemos como hipótesis que el PP repite resultado.

La Ley D’Hond por la que se reparten los escaños está pensada para favorecer la aparición de mayorías y eso se deja notar. El PP es dueño de los cuatro últimos escaños en ese reparto, el 22, el 23, el 24 y el 25 son suyos y es de preveer que cualquier cambio en la composición de la Asamblea pudiera suponer una pérdida de alguno de esos escaños,

Caballas

Con los mismos resultados de hace cuatro años (mismos votos emitidos y mismo apoyo al PP) UDCE, mutada en coalición con el PSPC bajo la piel de Caballas necesita 261 votos más que los obtenidos en coalición con IU (5.659) para obtener el quinto escaño. Al PSPC hace cuatro años le votaron 1.557 personas y a IU en 2003 (última vez que concurrió en solitario) 322 personas. Es de preveer que si la foto es tan fija como arrojan las encuestas la coalición consiga al menos cinco diputados. El escaño que ganaría la coalición lo perdería el PP.

Si Caballas quiere optar a un sexto escaño en un escenario electoral en dónde el número de votantes sea el mismo y el PP repita apoyo necesitaría conservar los apoyos del PSPC, los obtenidos por UDCE en coalición con IU y sumarle además otros 288 voto más. 

PSOE

El PSOE parece tener su suelo electoral en los dos escaños. De repetirse el mismo escenario necesitaría perder unos 620 votos para perder ese escaño, aproximadamente el 20 por ciento de sus votantes (2.985) tendrían que darle la espalda. Parecido porcentaje, pero a favor necesita el PSOE para ganar un escaño si se repite el mismo escenario. Necesita 567 votos más que hace cuatro años. Siempre el escaño lo perdería el PP.

 

PP

En esa politología ficción, si los resultados que se toman fijos son los de los demás y se da por bueno que el partido de Mohamed Alí será capaz de reptir el apoyo que obtuvo con IU y sumarle además los votantes que obtuvo el PSPC hace cuatro años y que el PSOE mantiene el mismo apoyo, ¿cuánto tendría que bajar el PP para perder escaños?

En ese escenario, el PP bajaría a 18 con los mismos votantes que tuvo en 2007, a 17 si le dejaran de votar 866 electores y a 16 si le dieran la espalda 4.991 votantes, el 22 por ciento de los que eligieron a Vivas como presidente hace cuatro años (22.484).

El escalón propiciado por el método D’Hondt entre el escaño 16 y 17 para el PP en un escenario similar al de hace cuatro años hace difícil creer que el partido del pluscarismático Vivas pierda más de dos escaños el próximo 22 de mayo.

Así las cosas, atendiendo a las encuestas y a las matemáticas que soportan la Ley D’Hondt por la que se reparten los escaños parece complicado que el mapa electoral ceutí sufra un cambio importante después del 22 de mayo. Eso siempre y cuando los ceutíes no vuelvan a hacer saltar todos los pronósticos por los aires y vuelvan a volatilizar la Asamblea como acostumbraban a hacer antes de 2003, antes de Juan Vivas.

Lea también:

- UPyD tiene posibilidades