España está lista para abrir la aduana comercial. Al menos así lo ha señalado este jueves durante su visita a Marruecos el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. En concreto, el representante español ha indicado que "no son necesarias más pruebas piloto para la reapertura de la aduana de Melilla y la apertura de una nueva en Ceuta como se acordó en abril de 2022".

Albares compareció en rueda de prensa conjunta con su homólogo Naser Burita, después de haberse reunido durante algo más de dos horas, constatando que "las relaciones bilaterales se encuentran en su mejor momento", según afirmó el marroquí, añadiendo Albares que esta "nunca había sido tan intensa y fructífera".

Para Ceuta, la clave de la visita de Albares a Marruecos era lo que pudiera avanzarse en la apertura de la anunciada aduana comercial. Tema que el ministro trató tanto con Burita como con el primer ministro, Aziz Ajanuch, con el que se ha reunido previamente.

Durante esos encuentros les ha dicho a ambos que para España "todo está listo para que puedan empezar a operar" y no consideran necesario realizar "más pruebas piloto".

La pelota queda en el tejado del Reino Alauita, mientras Albares confía que una vez ya se ha formado Gobierno para los próximos años la puesta en funcionamiento se agilice. España da por buenas las tres pruebas realizadas y la tan ansiada apertura de la aduana, que permitiría recuperar el comercio entre Ceuta y Marruecos, parece más cerca.

No lo ve tan inmediato Burita, que defendió que la demora en su puesta en marcha no está relacionada con falta de compromiso político, sino con "cuestiones técnicas" que están siendo abordadas por expertos.

Eso sí, el ministro marroquí se ha mostrado confiado en que "en los próximos meses" la aduana comercial sea una realidad, una vez se "desarrollen más" los aspectos que no han sido satisfactorios durante las pruebas piloto.

Finalmente, ha subrayado que ni España ni Marruecos tienen la voluntad de volver a la situación previa en la que se producían "prácticas inaceptables", como el contrabando.