Según indica la Ciudad, la calificación es el resultado de la aplicación del Índice General de Desarrollo de las Ciudades Digitales (IGDCD), una baremación que se obtiene a partir de siete indicadores generales que sirven para baremar la infraestructura TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación); la administración electrónica; el comercio electrónico; la salud; la educación y formación TIC; el turismo y ocio y, por último, la difusión. A su vez estos siete índices se obtienen a partir de otros 60 indicadores, que son los que realmente se utilizan para hallar el IGDCD, un índice final que cuantifica el nivel de desarrollo alcanzado en una Ciudad Digital.
Una ciudad con un índice 100% en el IGDCD sería, por tanto, una ciudad “tecnológicamente perfecta”, en la que “absolutamente todos los agentes que intervienen en ellas (ciudadanos, empresas, administraciones e instituciones) usan de forma intensiva y diaria las Tecnologías de la Información y la Comunicación para interrelacionarse en las actividades de la sociedad”, de modo que, por ejemplo, todos y cada uno de los ciudadanos (y de las empresas) tendría acceso a banda ancha en su vivienda y tendría la posibilidad de conectarse a Internet fuera de su hogar.