Desde esta penúltima semana de agosto Trace ha dejado ejercer la actividad sobre ciertas tareas de la limpieza. Una decisión adoptada por el Gobierno que, al entender que “el servicio actual no llega a los objetivos”, ha decidido tirar de medios propios para los considerados servicios accesorios. Como ejemplo de ello, Tragsa se encarga ahora de la limpieza de playas o recogida de enseres, según ha especificado el portavoz del Gobierno, Alejandro Ramírez.

“Se ha decidido iniciar un plan de choque inmediato por el que el principal servicio de limpieza recae en Trace, pero ahora se delimita cuál es esa labor que va a prestar, y la Ciudad cuenta con medios propios suficientes que también pueden encargarse, lo que supone un mayor rendimiento y aprovechamiento de los recursos”, ha explicado el portavoz tras la reunión del Consejo de Gobierno.

Esta medida a corto plazo para “mejorar los servicios de limpieza integral”, entronca con una medida más dilatada que el Ejecutivo elevará el pleno para su estudio. En concreto, los diferentes grupos deberán votar sobre la posible gestión directa y, por otra parte, la situación en la que quedaría el contrato una vez llegado a su vencimiento el próximo 31 de enero.