CIERRE

Epílogo de la última librería

Epílogo de la última librería
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África García.

África Tótem cierra sus puertas tras cuatro décadas siendo el refugio de los amantes de la literatura


Una mañana de mayo de 1983, una veinteañera llegada de Madrid abría por primera vez las puertas de su librería en un pequeño local de la calle Daoiz. Abrir una librería era una odisea entonces y lo sigue siendo. Una aventura dela que salió más que airosa. Cuatro décadas después, aquella joven librera llegó a ser un referente en Ceuta y hoy se prepara para escribir el postrer capítulo de su vida laboral.

África Tótem vive sus últimas navidades. La librería pondrá el inevitable punto final a su historia en las próximas semanas al filo de cumplir cuarenta años. Es el epílogo de la última librería de Ceuta. El momento propicio, casi obligado, para mirar atrás a toda una vida entre libros y lectores.

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Historia de una librería

La historia de una librería se entrevera inevitablemente con la vida del librero, consejero y prescriptor de sueños y saberes. En el caso de África Tótem, la simbiosis es tal que la librera casi ha perdido su nombre para adoptar el de su librería. África García es para los ceutíes África Tótem.

La vida de una librería es también la historia de la literatura en su tiempo. El primer libro que vendió África García fue un ensayo de Wilhem Reich. El último, muy probablemente, será una novela de literatura juvenil y su compradora, una adolescente. Cuando Totem abrió sus puertas hace casi 40 años, en el escaparate, mucho menos surtido que ahora, esperaban Freud, Nietzsche, Proust, poesía, ensayo, filosofía… Hoy reinan Juan Gómez Jurado, Pérez Reverte, Dolores Redondo, la novela negra, las novelas históricas y los dramas románticos para adolescentes.

Los primeros capítulos de África Tótem no fueron fáciles. Era una chica joven, foránea aunque con la familia materna en Ceuta,  que empezaba de cero. Y, además, por si fuera poco, como mujer y joven tuvo que luchar para que la tomaran en serio. “Lo que no me habría pasado de ser un hombre, eso seguro”, recuerda. “Cuando abro la librería, una persona, que no voy a decir su nombre, dijo esta va a durar tres días y aquí sigo. Empecé sola, sin novio, sin marido. Vine sola y empecé esto sola. Había que tratar con el carpintero, con el electricista, que me fallaban y no venían. Y encima se choteaban. No sabes las veces que he tenido que cerrar la puerta y ponerme a llorar de impotencia, diciéndome ‘si hubiera sido un tío eso no me lo habrían hecho’. Lo que yo he llorado. Y estamos hablando de los años 80. Pero mi madre, que ha sido mi referente toda la vida, me enseñó a luchar y a tirar para adelante y seguir y seguir y enfrentarte con quien sea".

"Hay más chicas adolescentes lectoras que chicos, pero con mucha diferencia. Leen mucho mas las niñas, los chicos es raro que vengan a por un libro”

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Fotografía de Quino para El Faro en los inicios de África Tótem.

El origen de un Tótem

“Cuando empecé tenía 1.500 pesetas para comprar libros, y los tenia que poner de frente para que ocuparan más”, recuerda África. “Compraba muchos cómics, sobre todo Tótem, por eso se llama así. La editorial Frontera, que ya no existe, me ofrecieron la posibilidad de adoptar su nombre y un descuento en libros. Me gustó la idea y hasta hoy. Yo traía entonces muchos cómics, Freud, Nietzsche, mucho ensayo… Era otra época. Yo me decía, estos libros no los tiene nadie aquí y alguien habrá que los quiera. Había más librerías, estaba La General, pero todas eran también papelería, lotería, vendían bolas en Navidad y flotadores en verano, no había una librería como tal”.

Y, como la clave de cualquier negocio es buscar su propio nicho, la especialización que lo haga único, África Tótem decidió especializarse en el Norte de África, en las relaciones España-Marruecos y el antiguo Protectorado. “Todavía hoy soy la única librería en España especializada en eso. La gente me dice que encuentra aquí libros que no encuentran en ningún otro sitio”.

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África García entre libros. 

Pasión por la cultura, una herencia familiar

África no es ceutí pero no era ajena a Ceuta y sus singularidades. “Veraneábamos en Ceuta, aquí vivía mi abuela y mis tíos y tenía mi pandilla aquí”. De padre gaditano y madre caballa, África García vino al mundo en Tetuán en diciembre de 1957. “Pero en enero del 58 mis padres se fueron a Madrid, viajé con días”. Su padre, militar de profesión, debido reconvertirse. “Sobraban militares en aquellos años y se dedicó a lo que más le gustaba: el cine. Fue ayudante de producción con Samuel Bronston en películas con estrellas como Elizabeth Taylor o Maureen O Sullivan. Y luego fue de la primera generación que entró en Televisión Española”, rememora. Su madre, de la que heredó el espíritu luchador y el amor por los libros y el estudio, era enfermera en Tetuán y, ya en Madrid, con cuatro hijos en el mundo, se sacó la carrera de bioquímica. Enfermera por la mañana y jefa de farmacia del Hospital por la tarde. “La recuerdo en la salita, sentadas en la mesa camilla, yo con la cartilla del colegio y mi madre con unos tochos enormes de la universidad”.

“Hubo una temporada en la que a la gente le dio por el espiritismo, otra vez por la literatura erótica, luego los libros de autoayuda y ahora casi todo es novela negra”

Regreso a Ceuta

Fue su padre quien le aconsejó poco antes de morir que se viniera a Ceuta, y buscara aquí su futuro. “Yo estudié Geografía e Historia y me licencié especialicé en Historia Contemporánea. Acabé en septiembre de 1981 y mi madre murió aquel diciembre. En el hospital me dijo vete a Ceuta, que te hagan un contrato en un instituto, era el primer año del CAP (Certificado Aptitud Pedagógica). Luego ya te preparas unas oposiciones y te compras un Mitsubishi. Si supiera que he tenido tres…”, se ríe. Hizo caso a su padre, pero no era sencillo. “Éramos como 35.000 licenciados para 18 plazas y me dije: se acabaron los libros”, rememora. Además tenía claro que no quería volver a Madrid con su madre. “Pensé qué pinto en Madrid sola, mis amigos de la Universidad se han ido cada uno por su lado y Madrid aquellos años estaba muy complicado. Yo me vengo a Ceuta, que es lo que me ha dicho papá y aquí me quedé. Y a los pocos meses de estar en Ceuta , como no me salía nada llamé a mi madre y le dije, oye, hay un local pequeñito ¿qué te parece si monto una librería? Algo tenía que hacer, tenia ya 23 años. Al día siguiente el local era mío. Mi madre me dijo, venga, inicia tu vida”.

40 años viendo crecer a sus lectores

En estos casi 40 años, Ceuta ha cambiado mucho, como lo ha hecho también la literatura. “Hubo una temporada en la que a la gente le dio por el espiritismo, otra vez por la literatura erótica, luego los libros de autoayuda y ahora casi todo es novela negra”, reflexiona. Pero una tendencia no entierra a la otra, se suman nuevas capas. El primer libro que vendió en África Tótem era un sesudo ensayo, pero esa tendencia no desapareció. “Se sigue vendiendo el ensayo, la filosofía, son solo etapas”.

No han cambiado tanto los lectores. “El que es lector sabe lo que quiere leer, viene a lo que viene y además, en los 40 años que llevo aquí los he visto crecer. Llegaban de niños a por su tebeo o a por ‘El Lazarillo de Tormes’, para el colegio, y siguen viniendo de adultos”. Y siguen siendo mayoría las lectoras. Las mujeres, de toda índole y edad, siguen siendo el motor de la cultura. Ellas son las lectoras más voraces. En el largo rato que Ceuta al Día ha pasado charlando con África en su librería todos los clientes que se han asomado eran mujeres, en este caso jóvenes. “Hay más mujeres lectoras que hombres, por mi experiencia personal y hay épocas claves como las Navidades en las que vienen muchos hombres que compran libros para regalar a sus mujeres o a sus hijos pero no tanto para ellos. Y sobre todo hay más chicas adolescentes lectoras que chicos, pero con mucha diferencia. Leen mucho mas las niñas, los chicos es raro que vengan a por un libro”.

Interior de África Tótem-1
Interior de África Tótem-1

"Se me parte el corazón pensar que pueda llegar el día en que baje esa persiana y no se vuelva a subir. Eso me duele. Que no haya nadie que, de momento, coja el testigo. Si estoy regalando la librería"

África Tótem no solo ha sido testigo de cambios sociales o nuevas tendencias literarias. También ha debido navegar entre cambios tecnológicos, desde la informatización del negocio a la aparición de los ebooks y con ellos algo que parecía impensable: la piratería. “Son modas, pero se pasan. Al principio con la novedad sí fue un problema. Pero la gente sigue comprando libros y le siguen gustando las librerías”.

Pero esas son ya preocupaciones del pasado. Ahora debe pensar en su futuro inmediato, libre de horarios y obligaciones. En su mirada se mezclan la ilusión por esta nueva etapa vital, cierta nostalgia por lo que deja atrás y también cierto temor: “Se me parte el corazón pensar que pueda llegar el día en que baje esa persiana y no se vuelva a subir. Eso me duele. Que no haya nadie que, de momento, coja el testigo. Si estoy regalando la librería, una librería en marcha, de la que llevo viviendo y muy bien cuarenta años, nunca he tenido que pedir dinero al banco, ni a mi marido”.

Una librería no es un negocio para hacerse rico —salvo si es la Fnac—, admite África García. Pero sí es un buen negocio para vivir más que dignamente. Un oficio romántico que no fabrica millonarios pero si aporta otros valores. “Tienes contacto con las editoriales, con los escritores, aprendes de la gente, es un trabajo muy rico, se me han pasado los 40 años volando”.

Da cierta pena que África Tótem no espere a mayo de 2023 para cerrar el círculo de las cuatro décadas. Pero fiel a sí misma, África tiene sus planes y no piensa torcerlos. “Ya me toca”. Tiene planeado dedicar sus primeros años de jubilación a viajar por España y leer. Escribir no está en sus planes. “Escribí mucho de joven, tenía cuadernos, que ya no están, pero no, de momento no me creo capaz, prefiero leer”. Ahora tiene entre manos ‘Clandestina’, de Marie Jalowicz Simon y acaba de terminar ‘El Polaco’ de J.M. Coetzee, “muy lírico, una historia de amor en paralelo a la de Dante y Beatriz”, recomienda por última vez para Ceuta al Día. Tome nota si aún no tiene regalo para Reyes.

Una vez pase la campaña de Navidad, África comenzará a embalar y a hacer balance. Unas semanas que servirán de epílogo a la última librería. Si usted es uno de los más de 6.000 clientes de África Tótem no dude en pasarse por la librería para despedirse y, por qué no, llevarse un último libro de recuerdo. 

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