El Gobierno de la Ciudad ha anunciado este miércoles por la tarde que trabaja conjuntamente con la Real Federación de Fútbol de Ceuta para dotar al estadio municipal Alfonso Murube de césped natural “a la mayor brevedad posible”, tal y como recoge en un comunicado el Ejecutivo.

La razón no es otra que la necesidad obligatoria de contar con hierba natural y no sintética para permitir que la AD Ceuta FC pueda militar en la Primera División Federativa tal y como se ganó en la cancha por méritos deportivos hace escasas semanas.

La Federación ceutí solicitó a la Española ampliar la moratoria al respecto de cumplir con dicha norma, pero la respuesta de la Federación que preside Rubiales no deja lugar a dudas: “Es requisito de inscripción la obligación de disponer de un terreno de juego de hierba natural para la disputa de todos los partidos oficiales”, cita el comunicado del Gobierno.

Eso está en lo que más o menos se sabía o se podía prever, lo que es más llamativo quizás es que el Gobierno anuncia a su vez que “ya se están estudiando distintas alternativas para el mejor aprovechamiento del césped artificial actualmente instalado en el Murube, entre ellas que este pueda utilizarse en el campo de fútbol 'José Martínez Pirri' o que sirva para el acondicionamiento de pistas de fútbol 7 en el parque urbano Juan Carlos I”.

El actual césped artificial del Murube costó a las arcas municipales 350.000 euros y se renovó apenas hace un año. Se trata de un tapete artificial de última generación y en aquel entonces único en España.

Falta de fe en las capacidades deportivas del equipo de fútbol para lograr dos ascensos consecutivos o de simple previsión. En este último caso no sería la única. Como si de uno de esos propósitos de año nuevo, tipo empezar en el gimnasio, se tratara, el actual Ejecutivo ha venido prometiendo en los dos últimos eneros que las obras de remodelación y adecentamiento de las pistas del Parque Urbano Juan Carlos I comenzarían “en breve”.

Al calor de las últimas elecciones municipales en 2019 llegó a colocar un cartel sobre la plataforma que une la avenida de la Marina, parte alta, con las pistas, en la que se podía apreciar el proyecto para las pistas. En ellas estaba incluido un campo de fútbol 7 de césped artificial. Pero de aquello nada se supo. Tanto así, que el propio Ejecutivo llegó a rebajar las expectativas para anunciar más bien que se trataría de un intervención de mantenimiento, que se llegó a tasar en poco más de 120.000 euros (sólo el vallado de la pista de hockey costó en su día 24.000 euros). Ahora sin que nada se haya hecho vuelve a plantear reutilizar el césped artificial del Murube para estas pistas sin aclarar cuál será el proyecto.

El cambio al que obliga ahora el ascenso del Ceuta rompe además con la política deportiva que comenzó a ejecutar el Ejecutivo hace ahora más de una década. Entonces, apostó por dejar en manos de la Federación la gestión del estadio municipal, con la clara intención de iniciar el que ahora sería el viaje de vuelta, sustituir entonces el césped natural por una artificial y permitir un uso más intenso de la instalación abriéndola al fútbol base y evitando así los condicionantes que imponía entonces el equipo de fútbol.