Por lo tanto, la Ciudad podría sin ningún problema utilizar todos los documentos que estime pertinentes y hacerlos públicos, ya que no hay ninguna restricción sobre los mismos por parte del juez. La consejera ha recibido mal algunas de las críticas sindicales, asegurando que eran observaciones precipitadas, como se demostraría cuando pudiese mostrar los documentos que tiene la Ciudad. Algo que ya podría hacer si quisiera.
En cuanto a las declaraciones de Bel en las que indicaba que los sindicatos ya conocían el convenio de Obimace por lo que no podían sorprenderse porque no exisitiese la categoría de conductor de dumper, Aróstegui ha recordado también a la consejera que el convenio colectivo de la empresa se negoció y firmó por las centrales sindicales cuando su cometido era tan sólo el de obras y mantenimiento, y no el de limpieza. Un nuevo objeto social que fue introducido por el Gobierno tras la decisión de librar a Urbaser de su obligación de limpiar el Tarajal, hecho que se produjo tras la firma del convenio de Obimace, que no ha sido actualizado.