El teleobjetivo debía resolver las dudas. Pero no fue así, con el sol de frente brillando sobre el mar se vislumbraban apenas siete siluetas apretadas en la embarcación. Todos los indicios seguían apuntando a una patera, aunque ni el 112, ni Cruz Roja, ni tan siquiera Salvamento Marítimo había abierto la boca al respecto en sus cuentas de Twitter, el canal más rápido en estos casos.
Pero a aquellos ‘migrantes’ no los remolcaban a Puerto Deportivo, como es habitual, sino que ponían rumbo a la playa de La Ribera.
Algo no cuadraba. También lo pensaron en la redacción de El Pueblo de Ceuta, en la calle Independencia, desde donde seguían las evoluciones de la ‘patera’ desde la ventana. Todos los indicios, habida cuenta de la lejanía y el contraluz, apuntaban a una patera. Pero un dato terminó de descuadrar las previsiones: aquellos hombres remaban como uno solo, marcando el ritmo con una coordinación de remeros de trainera. Si eran migrantes eran hombres de mar…
Todas las dudas empezaron al acercarse a costa. No son subsaharianos. Magrebíes entonces, quizá argelinos… Nada más lejos: Soldados de la Marina Española en labores de simulacro, sorprendidos al encontrarse con un tipo cosiéndoles a fotos desde la orilla y a los escasos bañistas mirando curiosos. “Tenemos DNI, eh”, avisó entre risas el primero mientras desembarcaba aún en el agua.
Falsa alarma. Muchos indicios no siempre son una prueba.