Unos 250 civiles han podido jurar bandera este sábado en el patio de armas de las Murallas Reales de Ceuta en el acto organizado por el Tercio Duque de Alba, 2º de la Legión de la Comandancia General de Ceuta. 

El emotivo acto se ha enmarcado en la celebración del centenario de la primera jura de bandera de la Legión un 31 de octubre de 1920 en el llano del Tarajal. Entonces los legionarios de las tres primeras Banderas en formación besaron la bandera y fue el propio fundador del cuerpo, Millán Astray el que les tomó el juramento de fidelidad.

Un siglo de historia después, aquella “bandera de combate” que según Astray había de ganarse “con sacrificio y sangre” es de sobra conocida. La Legión ha realizado miles de juramentos, acumula 10.000 muertos y 40.000 heridos en los diferentes servicios prestados a España, demostración de la fidelidad de sus integrantes al país, como ha repasado el Coronel Jefe del Tercio en su alocución este sábado. 

“Jurandos, el juramento o promesa que habéis realizado es un compromiso individual, hecho libre, públicamente y sin reservas mentales. En vuestra vida, el servicio a la patria ya no es una bella abstracción; es la obligación severamente concreta e incesante de servicio a España y a los españoles. En esta reorientación radical de la vida individual y la imposición voluntaria de una lealtad dominante, se encuentra la clave del espíritu del juramento o promesa que acabáis de realizar”, les ha arengado el coronel a quienes habían jurado la bandera instantes antes.

No es el juramento “un acto simbólico” para el coronel al mando de la Bandera de la Legión, es un compromiso con la defensa de la patria y los valores que representa y obliga a “transmitir a través de vuestro ejemplo y sentimiento la España que se formó con el quijotesco sueño de una humanidad trabada por la fraternidad y regida por la justicia”.

En un discurso que además de a Millán Astray ha citado a los filósofos Ortega y Gasset y Julián Marías o la Reina Victoria Eugenia, entre otros.

El acto ha contado con un homenaje a los caídos por España con la espectacularidad que acostumbra la Legión, Cristo de la Buena Muerte y Novio de la Muerte incluidos.