La salud mental vuelve a estar en boca de todos por culpa de ACEFEP. La entidad que preside Basilio García ha salido a la calle este 10 de octubre con motivo del archiconocido 'Día Mundial de la Salud Mental' para continuar derribando los tabúes y estereotipos que suelen a orbitar en torno su particular lucha.

Como cada curso, la campaña de este 2023 perseguía un doble objetivo: por un lado, "visibilizar la causa"; por otro, "concienciar a la población ceutí". El lema escogido para captar adeptos con los que materializar tan noble pretensión fue el de 'Salud mental, salud mundial: un derecho universal'. Este último resultó elegido tras una insólita votación en la que participaron más de 2.000 personas. Según García, la idea que el eslogan pretendía instalar en nuestras mentes era la de que "la salud mental es un derecho inherente a la condición humana".

La organización ha abierto este miércoles la veda de su dilatado programa de actividades con un stand que ha quedado instalado en el paseo del Revellín, justo al lado del extinto Mango. Tras toda una jornada afanada en sensibilizar a propósito del bienestar emocional a todos cuantos se han dejado caer por el lugar, Basilio y los suyos han puesto el broche a la aventura dando lectura -tal y como marcan los cánones- a un extenso y reivindicativo manifiesto.

El evento ha sido calcado al de años anteriores; la expectación, no en balde, era máxima. Representantes públicos, asesores, medios de comunicación, transeúntes y multitud de curiosos llenaban la zona hasta los topes minutos antes de las siete en punto de la tarde; no cabía ni un alfiler. Ya con todos en sus puestos, García daba el pistoletazo de salida. "Queremos poner de manifiesto que el disfrute del derecho a la salud mental no entiende de barreras ni de fronteras", arrancaba el gestor.

Desde ACEFEP, consideran que "una sociedad con derechos es una sociedad evolucionada". Sin embargo, lo que para la asociación podría ser "una evolución natural hacia el bienestar", se acaba convirtiendo en "un proceso de deshumanización a causa de los conflictos bélicos, la pobreza estructural y la falta de oportunidades".

Dentro de ese largo camino hacia la universalidad del derecho a la salud mental, la plana mayor de ACEFEP tiene claro que "tenemos que estar vigilantes". El motivo: "No basta con la formulación y aceptación de nuestros derechos: tenemos que buscar su realización". "Para ello, el único camino posible es la lucha continua y la visibilidad de un proyecto de vida emancipador", arengaba García.

Poco antes de llegar al cénit del acto, Nabila Benzina se hacía con la palabra para oficializar la correspondiente proclama. La consejera de Sanidad y Servicios Sociales aprovechaba la ventana para llamar a las autoridades a mover ficha en materia de salud mental: "Insto a quienes ostentan responsabilidades públicas y a todos los agentes sociales a no considerar las medidas coercitivas como parte del proceso terapéutico".

En la misma línea que sus anfitriones, Benzina cree necesario que los poderes públicos destinen a la causa "más recursos que permitan desarrollar medidas alternativas desde un enfoque de derechos humanos"; ello, en aras de "un cambio de paradigma por un modelo comunitario basado en la recuperación y en la promoción de la autonomía de las personas".

La consejera daba carpetazo a su dilatada intervención lanzando un contundente mensaje al grueso de la ciudadanía caballa: "Insto a mis conciudadanos a denunciar las vulneraciones de derechos humanos que sufren las personas con problemas de salud mental y a trabajar para que se las respete".