Algo más de un centenar de personas se han acercado a la Plaza de los Reyes este soleado domingo primero de mayo para celebrar el Día del Trabajo. Una pequeña multitud de la que más de la mitad eran trabajadoras y trabajadores transfronterizos, aspirando en su caso a lograr una mínima parte de los derechos laborales que disfrutan sus hoy compañeros de manifestación. 

Ellas, pues mujeres son en su mayoría, empleadas de hogar transfronterizas que se vieron atrapadas en Ceuta por el cierre de la frontera, se manifiestan en soledad cada lunes en ese mismo escenario de la Plaza de los Reyes, sin apenas apoyos que las respalden. Este domingo además han sumado su voz a la concentración por el 1º de Mayo convocada por UGT y CCOO, que las ha pertrechado de banderas y pegatinas sindicalesnpara hacer bulto. Con ellas la concentración parecía algo. Sin ellas habrían sido apenas suficientes para sostener todas las pancartas.

“Aquí estamos los que hemos quedado en Ceuta”, ironizaba el secretario general de CCOO, Emilio Postigo, “los que tiene interés en seguir luchando por las condiciones de los trabajadores”. “Todo lo que hemos conseguido los trabajadores ha sido a base de lucha, nadie nos ha regalado nada”, advertía el secretario general de UGT en Ceuta, Juan Carlos Pérez, recordando que todos los derechos laborales, empezando por la jornada de ocho horas, en 1886, se conquistaron con huelgas y manifestaciones. “Si no participan no somos nadie”, admitía Postigo.

“Durante la pandemia -recordaba Pérez— hemos demostrado la valía de los sindicatos negociando los ERTES hemos salvado tres millones de puestos de trabajo, hemos negociado la subida del salario mínimo interprofesional, hemos negociado la reforma laboral que ha llevado a cantidad de contratos indefinidos y ahora tenemos que poder subir el poder adquisitivo de los trabajadores con una subida salarial y la contención de los precios de la materias primas y los combustibles, es un elemento fundamental que nos vamos a marcar “

Subir salarios, contener precios y una mayor igualdad son las tres patas de la reivindicación de los dos sindicatos de clase en un 1º de Mayo distinto, el primero en más de dos años, pero que apenas ha tenido recorrido en la ciudad autónoma. Planteado como concentración, renunciando a la habitual manifestación por precaución ante la pandemia, este Día del Trabajo, y anunciado como “festivo y reivindicativo”, el 1º de Mayo ceutí se ha quedado en lo segundo y de lo primero apenas ha habido noticia, sin las actuaciones musicales anunciadas, que no han llegado a celebrarse y con escasa respuesta ciudadana.