La Policía Nacional y la Guardia Civil han registrado hasta ahora un total de 15 denuncias del entorno de otras tantas personas después de que, según su entorno, supuestamente hayan viajado a Siria o Irak para sumarse a las filas de las organizaciones terroristas de inspiración yihadista.

La última la presentó el pasado miércoles la familia de una joven de 21 años que, de acuerdo con el último contacto que ha mantenido con sus allegados, ya se encontraría en Turquía a la espera de sumarse a otro grupo de mujeres para desplazarse al país asiático en guerra.

Según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta, la relacionada con el viaje de esta joven es la segunda que se registra relacionada con una mujer ceutí. Además las Fuerzas de Seguridad han recibido otras siete de varones con nacionalidad española de la ciudad autónoma y media docena sobre marroquíes residentes en la localidad norteafricana.

El diario ‘El Faro’ ha adelantado en su edición de este lunes que la joven habría sido captada por los extremistas a través de las Redes Sociales e Internet.

La Policía Nacional interceptó en agosto en una de las fronteras de Melilla a una menor con 14 años de edad de Ceuta cuando supuestamente pretendía entrar en Marruecos para viajar hacia Irak e integrarse en las filas del Estado Islámico junto a otra joven de 19 años. El año pasado el entorno de otro menor de edad, en este caso varón, denunció su desaparición y traslado a Turquía con destino desconocido, aunque se tienen noticias recientes de que sigue con vida.

Fuentes policiales advierten de que el número de denuncias conocido “no aporta certeza sobre el lugar el en que se encuentran todos los referidos ni sobre que sean los únicos que supuestamente han sido captados por ese tipo de organizaciones terroristas”.

El último análisis del Real Instituto Elcano sobre este asunto, titulado ‘Siria, Irak y la movilización terrorista en España’, señala que “el estudio de las operaciones policiales llevadas a cabo en España desde 2013, aunque sin alcanzar los niveles registrados en otros países europeos, afecta principalmente a musulmanes de segunda generación nacidos y residentes en Ceuta y Melilla”.