Marcos Llago, el Cuerpo de Instituciones Penitenciarias, José Miguel Antúnez y Reduan Ben Zakour (estos últimos, a título póstumo) han recibido de manos de Juan Vivas la máxima distinción existente a nivel local en el contexto de una ceremonia que ha secundado el presidente del Senado y de la que se ha ausentado Ceuta Ya!
Albert Einstein teorizó hace ya casi un siglo que el tiempo es relativo y que este "se mueve a diferentes velocidades en función de la posición y el movimiento de los observadores". Tan relativo es que dos horas pueden hacerse más o menos largas dependiendo de lo que acontezca durante ese lapso. Eso -dos horas- es justo lo que ha durado el acto que le ha valido a la Ciudad la concesión de las Medallas de la Autonomía del presente curso político. Aunque pueda parecer mucho, ciento veinte minutos no son más que una microscópica partícula de polvo frente, por ejemplo, a la edad del universo observable; he ahí, querido lector, una modesta muestra de la relatividad promulgada por el bueno de Albert.
Como cada 2 de septiembre, tan solo un día después de que la CISO desplegara en él toda su esencia, el céntrico Teatro Auditorio del Revellín ha hecho este lunes las veces de escenario del evento por el que cada año los partidos políticos con representación en la Asamblea premian con la máxima condecoración existente a nivel autonómico "el trabajo y los servicios a la ciudad". Como de costumbre, la afluencia ha sido masiva: autoridades y personalidades de todos los estratos de la pluralísima sociedad caballa han secundado la ceremonia en calidad de invitados en lo que, para muchos -a juzgar por sus rostros-, ha supuesto un sobresfuerzo por aquello, precisamente, de la relatividad del tiempo (insistimos: dos horas).
Normalmente, las semejanzas entre la edición de turno y su inmediatamente anterior son, en lo que a protocolo se refiere, comprensiblemente numerosas. Esta vez, no en balde, ha habido una diferencia con respecto a la gala de 2023: el número de beneficiarios. El culpable de que así haya sido tiene nombre y apellido: el primero es 'Ceuta'; el segundo, 'Ya!'. Sí, así es: si eres asiduo consumidor de prensa local, sabrás que la formación que comanda Mohamed Mustafa ha rehusado este ejercicio presentar candidato alguno a recibir Medalla por considerar que "hace falta un replanteamiento", uno que ha de servir para conferir a la distinción "un valor real".
Quienes sí ejercieron su derecho de proposición son el Partido Popular, el Partido Socialista, VOX y MDyC. Fue hace ahora tres meses y algunos días -el pasado mes de mayo- cuando el consejero de Presidencia y Gobernación, Alberto Gaitán, aceptó en el marco de la Comisión de Valoración las propuestas planteadas por los citados grupos políticos. Poco después, fue el Pleno el que dio el visto bueno definitivo a cada una de las iniciativas.
Como siempre, la parilla final de postulantes fue de lo más variopinta: el PP propuso a Marcos Llago; el PSOE, al fallecido José Miguel Antúnez; VOX, a los funcionarios del Cuerpo de Instituciones Penitenciarias; MDyC, al célebre reportero gráfico Reduan Ben Zakour, muerto el pasado diciembre a la edad de 78 años.
Tan tradicional como las entregas en sí son las actuaciones musicales que se desarrollan a lo largo de la cita. Esta vez, los gustosos encargados de abrir la veda han sido los integrantes de la Asociación Coral Andrés del Río Abaurrea, cuyo testigo ha recogido un jovencísimo Jorge Mena que ha puesto a sus pies a todo el público asistente luego de un breve pero intenso recital de piano que bien ha hecho las delicias de los más melómanos.
Inaugurado el acto, Juan Vivas entregaba a Llago Navarro la primera de las cuatro Medallas hoy despachadas. Durante los más de veinte minutos que ha durado su intervención, el comandante general se ha acordado de todos cuantos, en mayor o menor medida, lo han llevado hasta su situación actual. También de "las gentes de Ceuta", a las que el militar atribuye el estar "siempre al lado de sus Fuerzas Armadas".
Para Llago, el hecho de haber recibido una Medalla de la Autonomía ha supuesto "un motivo de orgullo". A quienes están detrás de su concesión, el mando ha dedicado un cariñoso mensaje: "Siempre habrá en mi memoria un lugar de gratitud hacia todos vosotros".
"Marcos, me vas a dejar fatal", bromeaba Nonia Velázquez al momento de hacerse con la palabra. Más escueta que su antecesor, la vigente directora de Fuerte Mendizábal ha hecho público su "más sincero agradecimiento" para con los precursores de la distinción que ha recibido el Cuerpo de Instituciones Penitenciarias.
"Es un honor que nos llena de orgullo", confesaba Velázquez, quien ha aprovechado la ventana para ensalzar la labor de los funcionarios de prisiones que se desempeñan en suelo caballa, señalando que estos mismos ejercen "una labor clave".
"Un padre entregado": así se ha referido Daniel Antúnez a su difunto hermano, un José Miguel para el que "sus hijos eran su vida" y el deporte, su pasión. Tan es así que "fue uno de los principales precursores en Ceuta del ciclismo de montaña". No contento con ello, "fue un referente deportivo durante dos décadas", afición que compaginó con la lucha sindical y la subsiguiente conquista de nuevos derechos laborales para sus compañeros de la Policía local.
Durante "más de dos décadas", Antúnez "peleó sin descanso por mejorar las condiciones de los trabajadores". Hoy, casi un año después de su prematura marcha, José Miguel ha recibido a título póstumo una más que merecida condecoración que, a buen seguro, servirá para que su recuerdo perdure entre todos los que lo conocían.
"Todos lo querían", decía Vivas de Reduan Ben Zakour. "No había nadie que no lo conociera", ampliaba el presidente de la Ciudad. Si su nombre no te suena, seguro que sí lo hace su cara; es muy probable que el bueno de Reduan te haya inmortalizado en más de una ocasión mientras disfrutabas de la feria o de la Semana Santa.
Según el menor de sus dos hijos, Ben Zakour era "una persona que amaba su trabajo", alguien que, además, "luchaba mucho por su familia". Nacido en la localidad marroquí de Tetuán, Reduan pasó incontables años al otro lado del visor de su cámara, captando aquí y allá la esencia de esa Ceuta que convirtió en su hogar y en la que, al poco de asentarse, conoció a "su segunda familia": los Carrasco. Tras su perenne contribución al acervo caballa, el más ilustre fotógrafo de la Perla ya puede presumir desde donde quiera que esté de que su aportación a la cultura de Ceuta se ha visto, por fin, recompensada.
Turno para Juan Vivas: tras los respectivos discursos de los homenajeados, el jefe del Ejecutivo local se colocaba ante el atril para pronunciar el suyo propio. Diez páginas, ni más ni menos. Había por ahí quien creía a pies juntillas que diría "lo mismo de todos los años"; otros, que no repetiría ni media coma. Al final, ni tanto ni tan calvo.
Vivas, que presume siempre que ve el hueco de tener "cierta edad", ha considerado oportuno sacar a colación la actual coyuntura migratoria en lo que ha descrito como "un ambiente embargado por el drama de quienes pierden la vida en el intento de llegar a nado a nuestra ciudad". En esta línea, el alcalde ha puesto de relieve que "Ceuta sufre una situación límite, insostenible, de colapso". Para muestra, un botón: "Nuestra capacidad de acogida está excedida en un 500%".
Inmigración aparte, Vivas tiene claro que la ciudad autónoma afronta hoy por hoy "otros asuntos en forma de necesidades, retos y oportunidades"; todo ello, en el contexto de "una encrucijada histórica". Según el presidente, resulta menester, por ejemplo, "atender las acuciantes necesidades en materia de sanidad, educación, vivienda y servicios sociales"; también -cómo no-, "actualizar el Régimen Económico y Fiscal Especial".
A pesar de lo delicado de la tesitura, a pesar de haber "muchas asignaturas pendientes", Vivas considera que, aun teniendo Ceuta "problemas", esta "no es un problema". Lejos de ello, el mandatario sostiene que nuestra salada tierra "aporta mucho, muchísimo a la casa común". "Ceuta es pequeña en tamaño, pero grande en valores", concluía instantes antes de desatar los aplausos.
La guinda la ponía el que, a buen seguro, ha sido el invitado estrella de la ceremonia: Pedro Rollán. Despachados los galardonados, el presidente del Senado, de visita en la Perla con motivo, justamente, de su día grande, hacía suya la tribuna de oradores para dar por finiquitada la gala. "Venir a Ceuta es venir a casa; venir a Ceuta es una apuesta segura", arrancaba.
Decía Rollán que la nuestra es "una tierra fecunda", una en la que "las distancias no se miden en metros, sino en minutos", una que "es pasado, presente y futuro de España". Siendo ese el pretexto, el máximo responsable de la Cámara Alta defiende que, "para hacer frente a los retos y desafíos actuales", se presta a necesidad implementar "una política de Estado con mayúsculas". "Es absolutamente crucial", valoraba.
Sabedor de que Ceuta vive "momentos difíciles y complicados", Rollán tiene el convencimiento de que el Gobierno que preside Pedro Sánchez ha de poner en marcha "las medidas que sean necesarias" y "dotar a la Ciudad de los recursos económicos suficientes". Así las cosas, el madrileño se ha mostrado partidario de celebrar una nueva Conferencia de Presidentes para "llevar a cabo un gran acuerdo al margen de las siglas políticas".
Dadas la "situación de emergencia migratoria", Rollán aboga por "activar todos los mecanismos nacionales y europeos" para hacer frente a esta misma, esgrimiendo que "debe ser el Gobierno de la nación quien lidere e impulse una solución" al contar este con "los medios y las competencias necesarias para ello". "Ceuta no puede hacer frente por sí sola a esta situación", remataba el senador.