La nueva red de semáforos, con casi un año de vida, ha estado envuelta en la polémica casi desde el inicio. Ausencia de luces, colores o "incumplimiento de la accesibilidad", como denunciaron varias formaciones de la oposición. La falta de avisadores acústicos continúa como una eterna dentro del colectivo afectado. Aunque desde el Ejecutivo le quitan hierro y argumentan que "cuentan con un sistema interno conectado a una App en colaboración con el Cermi, y cuando los usuarios se acercan generan ese servicio de aviso", ha señalado el portavoz, Alejandro Ramírez quien, también ha adelantado, que estudian la posibilidad de instalar un aviso sonoro "solo cuando la persona se acerque".

También a un estudio ha relegado la incorporación de pulsadores, solo "en algunos semáforos", para que cambie el color para el peatón.

Sin embargo, la ausencia de algunos elementos no es el mayor de los problemas. Algunos de estos semáforos, como el situado en el cruce del Chorrillo con la catedral continúa inactivo. Un peligro, no solo para vehículos, sino para peatones. Aunque Ramírez ha argumentado que el problema de  estos "tres o cuatro" obedece a permisos pendientes.