Perdieron la vida durante la madrugada del viernes al sábado cuando trataban de dar caza a una narcolancha que se dio a la fuga en aguas del municipio gaditano de Barbate. Su asesinato ha devenido en una ingente oleada de solidaridad y empatía para con sus familiares y allegados.
Juan Vivas y Cristina Pérez se pronunciaron al respecto ayer mismo: el presidente de la Ciudad se refirió a ellos como "el mejor ejemplo de lo que significa ser servidores públicos"; la delegada del Gobierno en suelo caballa dijo de estos mismos que "trabajaban por la seguridad de todos"; ambos mandatarios coincidieron en que eran (son) "momentos muy difíciles".
En lo que bien podría interpretarse como un gesto de profundo respeto y pesar, el Gobierno local ha anunciado este 11 de febrero que quiere ir más allá de los comunicados institucionales: el Gabinete de Vivas ha adelantado que mañana -lunes- guardará un minuto de silencio en memoria de los dos beneméritos fallecidos en acto de servicio.
El pretexto, claro, es la "cruel muerte" que enfrentaron los agentes, a quienes la Administración caballa rendirá homenaje por "sus tareas de lucha contra el narcotráfico". El acto, configurado como "una muestra de apoyo y solidaridad hacia las familias", tendrá lugar al mediodía a las puertas del Palacio Autonómico.