La Casa Regional de Ceuta en Melilla, un año más, y muestra de su implicación en las costumbres caballas que datan de finales del siglo XIX, ha llevado a cabo el montaje de su Cruz de Mayo. "Esta tradición está muy arraigada en Ceuta, sobre todo a partir del año 1940, cuando el conocido Centro de Hijos de Ceuta convocó un concurso para premiar las mejores cruces de mayo, intentado, con ello, recuperar y fomentar, más aun si cabe, esta tradición cristiana", explican.

Este año, la institución, que cumple 25 años ha presentado una Cruz con detalles "muy elaborados"; en su composición puede apreciarse el gran trabajo que se ha llevado a cabo en el último mes para que estuviera todo a punto antes de su inauguración. Una vez presentada a sus socios, la Cruz de Mayo fue bendecida por el vicario de la localidad, Eduardo Resa.

Los ceutíes residentes en Melilla han recreado un edificio modernista situado en plena Avenida Juan Carlos I Rey, el edificio conocido actualmente como “Casa Tortosa”. Se trata de una obra original del Ingeniero Alejandro Rodríguez Borlado que lo plasmó en su proyecto en el año 1907; por entonces, el edificio era un antiguo economato militar, posteriormente reformado por el arquitecto modernista Enrique Nieto, discípulo de Gaudí, tras ganar un concurso para tal fin. El concurso tuvo lugar el 1 de julio de 1914, aprobándose posteriormente en documentos municipales las obras de carácter ornamental en el edificio. El arquitecto catalán quiso romper la sobriedad de la edificación, incorporando ornamentación naturalista a su fachada. También galerías, ventanales e hierro forjado.

Tras su construcción la Casa Tortosa se convirtió en uno de los iconos del modernismo melillense, por eso la elección de este edificio por los directivos para hacer un guiño a la otra ciudad autónoma. "Además, los trabajos de reforma del edificio dieron comienzo en el año 1914, cumpliendo este año 100 años desde la adjudicación de la obra, adjudicándose la misma al maestro de obras Julián Gómez y terminándose en el año 1915, año que quedará reseñado en su fachada, sobre el vano central del primer piso".

La Cruz ha sido realizada de claveles blancos y morados, una cruz bicolor, totalmente diferenciados; el telón de fondo, realizado de corcho y madera. También lleva ocho maceteros con coloridas flores para darle un roque primaveral, con una parra a la derecha con sus uvas y con una buganvilla fucsia a su izquierda.