La 'Operación Feriante' ha llegado a su fin. Luego de tres frenéticas jornadas de controles e inspecciones a tutiplén, Policía Nacional y Guardia Civil han dado luz verde para embarcar este mismo mediodía al último grupo de viajeros que quedaba en Ceuta.

La Delegación del Gobierno ha levantado el dispositivo habiéndose examinado en la explanada del muelle de Poniente un total de 365 vehículos, entre los que se encontraban 86 remolques pesados, 81 camiones, 35 furgonetas y 31 tractocamiones, entre otros.

Al cierre del operativo, el monto de inmigrantes interceptados asciende a 24, tan solo uno más con respecto a la jornada de ayer, circunstancia que viene a mostrar a las claras que la presión migratoria está muy lejos de ser la que era antes de que Marruecos cerrase unilateralmente El Tarajal allá por marzo de 2020.

Cabe reseñar que, del total de jóvenes cazados por el CNP y la Benemérita, 18 son de nacionalidad marroquí; el resto -6-, de ciudadanía argelina. Según los datos que maneja Delegación, entre las dos docenas de irregulares, había 9 menores de edad, lo que representa casi un 40% de los encartados.

Pese a que Rafael García evitó atribuir la abrupta caída de polizones a las restricciones impuestas en materia fronteriza, parece claro que la cosa va por ahí. La exigencia de visado y la excepción de Schengen tienen, a priori, la culpa de que haya habido menos migrantes pululando por el recinto portuario (y por toda la ciudad, de hecho).

Según ha trasladado este mismo 8 de agosto el propio García, "el operativo se ha desarrollado sin incidentes". El sucesor de Salvadora Mateos se ha expresado a través de un breve vídeo para dar las gracias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "por el gran trabajo realizado durante toda la Feria".