Según los primeros datos recogidos de personas próximas al entorno familiar de la víctima, el presunto asesino se entregó tras haber recibido una llamada telefónica de una persona de Ceuta que le indicó que la niña no había fallecido y que era mejor que se entregara a la Policía. El supuesto autor del crimen no tenía conocimiento de que la menor había muerto momentos después de ser degollada.
La noticia de la detención circuló rápidamente por la barriada del Príncipe Alfonso. Más de medio centenar de personas, entre familiares, amigos y vecinos de la niña, se desplazaron hasta el paso fronterizo de El Tarajal para esperar la llegada del detenido. La muchedumbre trató de impedir el traslado del detenido hasta la Comisaría, por lo que los agentes se vieron obligados a realizar disparos intimidatorios al aire para impedir el linchamiento, según confirma la nota de prensa.
Durante el choque, en el que se rompieron dos marquesinas de autobuses y se quemaron contenedores, los agentes emplearon material antidisturbios —como pelotas de goma— para repeler el lanzamiento de piedras que llegaban procedentes de lo alto de la barriada del Príncipe Alfonso. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron en la misma frontera que no se habían producido heridos entre las fuerzas de seguridad. Los enfrentamientos se alargaron hasta las 4:30 de la madrugada. La Policía continúa las investigaciones y el detenido será puesto a disposición judicial. El entierro de Suhaila tendrá lugar esta tarde en el cementerio de Sidi Embarek.