El Encuentro reverbera la más emocional de las tradiciones ceutíes


El Encuentro reverbera la más emocional de las tradiciones ceutíes

- Cristo y Virgen completan su estación de penitencia con su recorrido completo después de que el pasado año la lluvia lo impidiera

- Incluye galería de fotosy vídeo

Por dos años pudieron Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Sacratísima Virgen de la Esperanza con el fútbol. Jamás pensó ningún cofrade que lo que acabaría por restar tumulto a la más emocional de las tradiciones ceutíes no sería la pelotita sino la Semana Blanca con más éxodo que se recuerda en mucho tiempo.

¡Sitio! Había sitio en la plaza de África. No mucho, pero había, que ya es noticia.

Poco importó las Hermandades cumplieron con su cometido con escrúpulo y emoción. Mucha emoción, la que siempre ayuda a poner este martes de Semana Santa la Legión con su Novio de la Muerte y sus filigranas engalanadas y trabajadas para la ocasión.

Cabían alfileres, pero de los que quedan pocos o ninguno quiso perderse el Encuentro entre la Virgen y el Cristo. “¡Guapa!¡Guapa y Guapa!” resonaba desde debajo del paso mientras las figuras bailaban enamorando a la congregación.

Y la emoción siguió aún en un punto clave, la calle Velarde, donde los balcones son nubes de flores y afilados obstáculos a esquivar y las saetas resuenan estrechas como la calle.

Y completó su recorrido la procesión, lo que el año pasado no pudo por la previsión cumplida de lluvia. Y lo hizo sin rumores ni maledicencias de faltas de costaleros y no se sabe qué más cosas.

Queda ver si la Amargura que sale a las 18.30 horas de este miércoles a la calle desde su casa de Hermandad en Villajovita y la Flagelación que lo hace a las 19 horas desde el angosto oratorio de Teniente Pacheco pueden como había hecho el Encuentro con el fútbol 21.30 horas. Para esa hora deberán andar a punto de entrar en la carrera oficial los primeros y a punto de salir de la catedral para hacer lo propio los segundos. Si al Madrid-Barça se le suma el puente que acabará de vaciar Ceuta la prueba de fe es grande.

El Encuentro reverbera la más emocional de las tradiciones ceutíes


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