Un lema se ha repetido este martes 8 de marzo en todas las ciudades de España:  “Igualdad hoy para un mañana sostenible”. Un lema que, en el caso de Ceuta, han coreado poco más de un centenar de personas, la menor participación de los últimos años, en una marcha que ha recorrido la distancia que separa la plaza de la Constitución de la plaza de los Reyes, a la misma hora en la que la Ciudad entregaba el premio María de Eza.

Como ya sucediera en el 8M de 2020, el feminismo señala a quienes son sus enemigos declarados, la extrema derecha y el machismo; cuál es su propósito: “subvertir el orden del mundo y el discurso patriarcal, racista y neoliberal”; y cuáles son sus demandas: “Basta de justicia patriarcal; basta de violencias machistas, cotidianas e invisibilizadas, que vivimos las mujeres sea cual sea nuestra edad y condición.; basta de cobrar menos que los hombres por el mismo trabajo; basta de romantizar la prostitución; basta ya de masculinidades rancias y machistas; y basta de convertirnos en criminales por querer decidir sobre nuestros cuerpos, por defender la vida, la salud y exigir justicia climática para frenar la destrucción del planeta.; basta ya de patologizar nuestras emociones”.

“La extrema derecha ha irrumpido con estruendo en la vida pública presentándose como un enemigo acérrimo del feminismo, cuestionando todos los avances logrados en materia de igualdad, combatiendo a sus organizaciones y activistas, y mostrándose sumamente beligerante contra todo lo que ellos entienden que empodera a la mujer. El machismo más rancio y destructivo. El machismo asesino, que todos y todas creíamos enterrado ha resucitado, arrastrando tras de sí a los partidos políticos y corrientes de opinión más conservadoras del país. Nos quieren cansadas, calladas, sumisas y enfrentadas entre nosotras. ¡Pero no lo van a conseguir!”

“Nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, por la expulsión de nuestras viviendas, por el racismo y la no corresponsabilidad de algunos hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados (…) A quienes nos cuestionan y nos atacan, a quienes ponen en duda nuestra valía y nuestra razón de ser, a quienes han intentado desacreditarnos con falsas teorías, que únicamente sirven para generar odio y dividir, tenedlo claro "no nos vais a callar, no vamos a parar” nos encontraréis de frente para defender el derecho de todas y de todos a no tener miedo, para defender el derecho de todas y todas a ser libres y respetados”, reivindicando que “el feminismo es sinónimo de igualdad, es democracia, es vida y no excluye, no aparta, no etiqueta y no mata

La manifestación, colofón de una semana de actividades “violeta”,  estaba convocada por la Plataforma Feminista de Ceuta, el Conservatorio Profesional de Música, ACCEM, Cruz Roja Ceuta, UGR, Facultad de Educación, economía y Tecnología de Ceuta, CCOO de Ceuta, CGT Ceuta, Fundación Cruz Blanca, Andalucía Acoge y el Consejo de la Juventud, aunque apenas hubo más participación de otros colectivos, entidades o partidos.