El Gobierno que preside Juan Vivas ha decidido dar un nuevo bandazo en su política de seguridad en las playas urbanas durante el verano. Si en 2008 se optó por imitar el 'modelo de Torremolinos' llevando a los arenales del centro a personal de Amgevicesa equipado con politos azules, este año se ha decidido volver al esquema tradicional local y recuperar el grupo de playas de la Policía Local, al que se ha adscrito a once agentes.

La decisión, perfectamente coherente con las competencias del Cuerpo, entre cuyas áreas de gestión están los arenales urbanos (La Ribera, El Chorrillo y Benítez), ha servido para crear un nuevo motivo de fricción entre el superintendente accidental de la Policía Local, José Antonio Sorroche, y la Sección Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en la Ciudad Autónoma, que ha criticado su decisión de no informar siquiera a los representantes de los trabajadores de este tipo de virajes.

Al grupo se ha destinado a los agentes que se ha ofrecido voluntarios para desempeñar este trabajo y, en segundo término y de forma obligatoria, a los más novatos en el Cuerpo. Para ello ha sido necesario modificar parte de los horarios y turnos del resto de unidades, aunque los cambios "no han sido de calado", según han explicado fuentes policiales a Europa Press.

La nueva consejera de Presidencia y Gobernación, Yolanda Bel, que presentará este jueves a mediodía el grupo policial a los medios, tendrá ocasión de escuchar estas y otras quejas de los sindicatos con representación en la Policía Local en la reunión que ha convocado este viernes, donde además de estos lamentos oirá sin duda otros relacionados con la controvertida instalación de cámaras de seguridad en el interior de las dependencias policiales.

Mientras la Policía Local vuelve a las playas de la ciudad el personal que ha venido ejerciendo durante los últimos veranos como vigilantes de la playa al servicio de Amgevicesa (seleccionados tras una entrevista personal y una prueba de natación) ha sido recolocado, con añadidos, en los garajes de la primera fase del 'Plan Aparca' que, ante la imposibilidad de venderlos a los precios fijados inicialmente, el Gobierno local decidió abrir libre y gratuitamente al público antes de las pasadas elecciones en San José-Hadu, el Polígono Virgen de África y Terrones.