Mujeres Progresistas, Enfermos Sin Fronteras, Digmun o Cruz Roja ya habían probado la hiel de Vox. Hoy ha sido el turno de Andalucía Acoge, contra la que el portavoz ultra, Carlos Verdejo, cargó con su habitual arsenal dialéctico contra lo que considera “otro chiringuito” que atiende a inmigrantes ilegales y, dando especial prioridad a las mujeres, doble anatema para Vox.

Desde el Gobierno de la Ciudad, la consejera de Asuntos Sociales, Dunia Mohamed, no solo defendió la legalidad de los 46.000 euros de subvención que recibe la asociación andaluza, sino que recordó que el Gobierno “ni debe ni puede” hacer distinciones entre asociaciones o subvenciones si se cumplen los requisitos, más aun cuando en este caso la subvención está sujeta a un proceso de concurrencia competitiva. Mohamed e negó a entrar en debates “morales”, como exigía Verdejo, lamentando que se den ayudas ala inclusión labrar de inmigrantes “con la tasa de paro de Ceuta”.  Para la consejera, los ciudadanos no les interesa los “sentimientos” de los políticos sino su gestión. “Estoy orgullosa de cumplir con mis obligaciones y con la Ley, que es igual para todos”.

Explicaciones que no bastaron a Verdejo, que insistió en que se trata de “una asociación peligrosa en cuanto a la doctrina ideología que promueve”. “Es inmoral se mire por donde se mire, a menos que al señor vivas le importen más los inmigrantes que los ceutíes, o a menos que esta subvención sea parte de su pacto con la izquierda”.