El Gobierno de la Ciudad ha negado la denuncia efectuada este mismo domingo por la Asociación de Vecinos de Juan XXIII que volvía a poner el grito en el cielo por la paralización por enésima vez de los trabajos para dotar al barrio de una pista deportiva y un local social. El portavoz del Ejecutivo y responsable de Fomento, Alejandro Ramírez, ha negado que las obras se hayan paralizado y ha vaticinado que todo estará terminado en un mes.
“No me han trasladado ningún tipo de incidente relevante que suponga riesgo o finalización de las obras. Sigue su curso y en teoría dentro de un mes debería estar finalizado el polideportivo con las características” que todos conoce, ha afirmado Ramírez.
Esa premura a pesar de que ahora mismo lo que se aprecia es un solar, es a que la obra en realidad se está prefabricando. Y la constructora está a la espera de que lleguen esos prefabricados a la ciudad, que una vez aquí tan sólo habrá que instalar.
El barrio iba a contar en un principio con una pista polideportiva cubierta que iría acompañada de un local social. El Gobierno se la encomendó a Tragsa hace ya más de un lustro, pero la obra nunca llegó a echar andar, más allá del derribo de la antigua pista y del antiguo local social.
Así, tras las reiteradas quejas del barrio, el pasado marzo, el Gobierno prometió a los vecinos que adjudicaría con rapidez un nuevo proyecto que contemplaba un campo de fútbol de césped artificial con vestuarios, un parque infantil y local social. La obra se la llevó la UTE Dragados- ACC.
Ramírez ha aprovechado para repasar otra actuación que se lleva a cabo en el barrio, la revisión y los estudios patológicos de las propias viviendas, “casa por casa” para “hacer una rehabilitación de las fachadas, casi una actuación integral”, ha explicado.