La fuga de las grandes firmas del textil está planteando un panorama casi apocalíptico para Ceuta en un espacio de tiempo no muy amplio en cuanto al comercio se refiere. El cambio en la naturaleza de frontera y la caída de entradas de ciudadanos del país vecino tocó al sector local en primera instancia, y en la UCI varios años, para trasladarse ahora a los gigantes del sector. En una coyuntura de crisis la Administración local ha decidido no mirar hacia otro lado para plantearse un plan de choque que frene y empuje de nuevo al comercio de la ciudad.

“Se está trabajando en el estudio de la situación, la evolución, la perspectiva de futuro y las medidas de apoyo al ámbito del comercio”, ha destacado el portavoz del Ejecutivo, Alberto Gaitán, tras la reunión del Consejo de Gobierno. “La intención es proporcionar un apoyo técnico y de colaboración junto con los agentes económicos y sociales”.

Un objetivo que se encuentra en pañales y del que no ha proporcionado más detalles, ni en que va a consistir, ni de qué medidas se trata, espaciándolo a la espera de unos informes concluyentes que marquen la hoja de ruta.

No obstante, Gaitán ha matizado que al margen de echar un salvavidas al comercio la intención dentro del Gobierno en el plano económico continúa en avanza hacia la transición iniciada y potenciada a raíz del cierre fronterizo, que apunta al asentamiento de las empresas tecnológicas en Ceuta. “Seguimos apostando por ese modelo económico que está siendo una realidad y los resultados están siendo alentadores”.

Como ejemplo, el portavoz ha incidido en los datos de afiliación a la Seguridad Social, en los que Ceuta se ha posicionado este 2023 con lo más elevados de los últimos años, en comparativa a los registrados durante el último año de actividad plena antes de la pandemia. “Sin contabilizar a las empleadas del hogar, los afiliados se han incrementado en 2000 personas, es decir, un 10% más, cuando a nivel nacional la subida ha sido del 8%”.