Inasequible al desaliento. Visiblemente incómodo. El portavoz del Gobierno de la Ciudad, Alberto Gaitán, ha despachado este viernes las preguntas de los periodistas sin contestar a nada sobre la huelga de autobuses y el papel de mediación que está jugando el Gobierno en el conflicto para tratar de que plantilla y empresa alcancen un acuerdo que desbloquee aunque sea in extremis la huelga convocada para la feria en el servicio. A pesar de que su comparecencia se retraso media hora precisamente para atender los últimos movimientos del asunto. Más de 5 veces se le ha preguntado al portavoz si el Ejecutivo maneja la opción de volver a inyectar dinero a la empresa para forzar el acuerdo. Más de 5 veces ha sacado cum laude en equilibrimo verbal el portavoz sin decir ni sí ni no, ni tampoco todo lo contrario. ¿Está dispuesto el Gobierno a volver a inyectar dinero a la empresa? Parece que no, pero podría ser que sí. Indescifrable de la boca del portavoz que este viernes se ha ganado la extra de verano. En cualquier caso, incluso si se cumplen los servicios mínimos (cosa que tampoco está nada clara) que rebajan a 6 los autobuses las noches de feria, al Ejecutivo le preocupa que puedan darse alteraciones del orden público, según ha podido saber ceutaldia.com de fuentes de primera mano involucradas en el conflicto.

Tanto así que ya habría un aviso informal a la Policía Local para que tenga en consideración las aglomeraciones que se pueden dar no sólo en la parada de bus en la avenida compañía del mar sino en las de taxis ante la falta de capacidad de los servicios de transporte para atender la elevada demanda de una noche de feria, con especial atención a días señalados, como el Día del Niño en las atracciones o el propio 5 de agosto, día de la Virgen de África con procesión y fuegos artificiales de por medio.

En el Ejecutivo están molestos con la actitud de la empresa. Lo dicen quienes han estado sentados con las dos partes tratando de acercar posturas, pero lo ha dejado caer el propio Gaitán que ha recordado con especial ahínco que la Ciudad Autónoma ha inyectado más de 1 millón de euros en 2021 y lo que va de 2022 para sufragar las pérdidas de la empresa por la pandemia y el cierre de la frontera. Un aviso a la empresa en toda regla para que trate de cerrar un acuerdo. Aún así, tal y como están las cosas, las supuestas “pérdidas” que alega la empresa que supondría satisfacer las demandas de la plantilla es más que probable que tuvieran que ser compensadas de nuevo por las arcas municipales tal y como se han articulado las ayudas al sector puestas en marcha por el propio Gobierno de la Nación.

Más allá de ese aviso en el Gobierno no comprenden la posición ni la estrategia negociadora de Cuéllar. Más allá de los “malos modos” que refieren los negociadores sindicales, al Ejecutivo le sorprende que tras una primera reunión se elevara la propuesta de subida salarial de la empresa en la segunda reunión, para bajarla en la tercera y levantarse de la mesa en la jornada del jueves sin lanzar acuerdo alguno. Pasos atrás que no entienden en el Ejecutivo.

Hay teorías para todos los gustos en la cuestión y máxima incertidumbre. Fuentes consultadas por ceutaldia.com han llegado a hablar incluso de una “intervención” de la empresa, aunque parece entre muy poco y nada probable que el Ejecutivo se atreva a dar el paso. La línea oficial la ha marcado el portavoz al hablar de “garantizar” el servicio público, pero aludiendo en todo momento al decreto de servicios mínimos para la Feria dictado por el Gobierno de la Ciudad esta semana y que choca con el propio texto del convenio colectivo vigente que establece la voluntariedad de los trabajadores para trabajar las noches de Feria. Una voluntariedad que supuestamente el decreto de servicios mínimos habría convertido en obligatoria.

La palabra “chantaje” ha salido de la boca de los periodistas para tratar de apretar al portavoz, un auténtico muro, sobre la posibilidad de que el Gobierno acabe sacando la chequera para resolver el conflicto. Más allá en el Palacio de la Asamblea hay quienes consideran que la negociación bloqueada puede ser una maniobra de plantilla y empresa para forzar la municipalización del servicio. De producirse ese estrambote final, el actual gerente, Manuel Cuéllar tendría garantizado su sueldo y puesto por Ley.

Así las cosas, sólo dos cuestiones parecen claras a 32 horas de que se encienda la portada de la Feria: La primera es que no hay acuerdo ni parece fácil que se produzca y que el caos que puede originarse preocupa. La segunda la ha anunciado Gaitán que por primera vez ha puesto fecha a la licitación y adjudicación del nuevo pliego del servicio: “antes de final de año”. Los pliegos, según ha informado Gaitán están ya en contratación para proceder a la licitación que podría producirse este mismo verano para tratar de resolver el concurso antes de que termine 2022 y que otras condiciones y obligaciones diferentes rijan a partir de entonces un servicio público que explotará una empresa privada, a pesar del enorme debate público que se ha mantenido a lo largo de los años sobre la conveniencia de municipalizar el servicio. Gaitán tampoco ha sabido concretar si el pliego contempla otros 50 años como la anterior concesión, lo que cortaría de raíz el debate al dificultar al máximo la recuperación de la explotación del servicio con medios públicos.