El Ministerio del Interior dio prórroga el martes al cierre de la frontera del Tarajal hasta el próximo 30 de abril. Lo hizo con una orden ministerial que sirve para prorrogar a su vez otra orden ministerial cuyo origen está en el 17 de julio de 2020 y que establece una lista de países -que ha ido actualizándose- para los que están restringidas las entradas y salidas que no sean imprescindibles. En esa orden se recoge de forma explícita el cierre de los puestos fronterizos tanto de Ceuta como de Melilla.

La orden en realidad tiene que ver con las circunstancias epidemiológicas, pero aún así incluyó en julio de 2020 ese apartado específico para regular el cierre de las fronteras terrestres de las dos ciudades con Marruecos.

La orden viene prorrogándose mes a mes en los últimos tiempos y su publicación en el Boletín Oficial del Estado tiene que ver precisamente con eso, con que en marzo acababa la vigencia de la misma, como lo hará ahora el 30 de abril, si no sucede nada antes que obligue a modificarla.

Tanto así que en el propio texto se reserva esa posibilidad:

“Esta orden surtirá efectos desde las 24:00 horas del 22 de julio de 2020 hasta las 24:00 horas del 30 de abril de 2022, sin perjuicio de su eventual modificación para responder a un cambio de circunstancias o a nuevas recomendaciones en el ámbito de la Unión Europea”.

Ese cambio de circunstancias, al menos en lo geopolítico, ya se ha producido. Y este viernes el ministerio de Exteriores viaje a Rabat precisamente para ir concretando cambios aparejados a la nueva era en las relaciones con Marruecos. Tanto en Ceuta como en Melilla, pero también en el otro lado del Estrecho se esperan, entre otras cosas, la apertura de las conexiones con el país vecino, por tierra y por mar, dado que por aire en realidad ya están abiertas desde hace tiempo.