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La lluvia no puede con las ganas de Carnaval. La cabalgata salió

La lluvia no puede con las ganas de Carnaval. La cabalgata salió
La Cabalgata de Carnaval ha podido completar su recorrido entre Maestranza y el Paseo de las Palmeras a pesar de la lluvia, que en general ha respetado y no ha caído con fuerza hasta que las bateas habían completado casi todas su recorrido. Por el camino eso sí se ha quedado alguna agrupación al que el primer amago de llover con ganas le ha servido para apearse.

Es algo habitual en los carnavales del norte del país. La programación se cumple llueve, truene, relampaguee o sople el lobo de los tres cerditos. No tanto en Ceuta. Pero los carnavaleros han dado la talla este sábado. Primero cumplimiento con el llamamiento de Festejos a la puntualidad y al adelanto. Sobre las seis y diez de la tarde todo estaba listo en Maestranza para arrancar. Todo, menos las agrupaciones que participaron en el Concurso Oficial que no se han sumado al desfile más colorido y pintoresco del año.

Han podido completar el recorrido las carrozas, a pesar de que unos 10 minutos antes de las seis de la tarde, la hora a la que había llamado el responsable de Festejos, Francisco Jiménez, Chiki, a salir, comenzó a caer agua con ciertas ganas. Nadie se arredró. Los escenarios estaban montados y funcionando y el personal disfrazado, ataviado con paraguas y chubasqueros, en especial para proteger a los más pequeños, en posición de salida.

Y arrearon a caminar desde Maestranza. Nunca mejor dicho, porque apenas sí pararon durante el recorrido como suele ser habitual. Casi del tirón a ritmo de paseo tranquilo hasta la plaza de la Constitución a las 19.03 horas la cola de la cabalgata caminaba ya por el corte entre Padilla y Revellín y la cabecera estaba ya recogida. A todo ritmo para evitar el chaparrón con ganas que comenzó a caer casi a las siete y cuarto de la tarde.

Por el camino eso sí, alguna de las entidades que se habían sumado al desfile decidieron apearse de su batea y recogerlo todo con ganas, fue el único amago durante el recorrido de lluvia con ciertas ganas. Los demás aguantaron como titanes de la fiesta que son.

Tampoco aguanto la televisión pública. Lo tenía todo preparado para la retransmisión en directo, como es habitual, pero a las primeras gotas de lluvia, recogieron los bártulos y cortaron la emisión. Los equipos, primero. Eso condicionó a Los Popis también que optaron por tapar su carroza con una lona azul para evitar que los equipos de sonido y las luces acabaran más tarde en la basura por culpa del agua.

Como fuera había que salir después de varios años sin cabalgata por la pandemia. Y eso parece ser lo que más ha pesado. El consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, aguantaba el chaparrón de quienes desde el centro del desfile al verlo se acercaban para pedirle que otro año cierre el grifo. Hay que aclarar que Rontomé no se había disfrazado este sábado ni de Dios, ni de Zeus y tampoco de Tláloc, ni de meteorólogo siquiera. Era Carlos, el de siempre, con cara contrariada eso sí.

En los márgenes de la cabalgata había personas, público, sumaban sus paraguas a los de los propios desfilantes, y no había mucho gentío, pero había. La mayoría refugiado bajo los dinteles de los portales o en las terrazas que ofrecen techo. Tampoco había entre el público mucha máscara, ni peluca, pero alguna había. Ahora, ya pasado el rato de la cabalgata sólo queda despedir el Carnaval bailando en dónde se pueda a resguardo del tiempo.

La lluvia no puede con las ganas de Carnaval. La cabalgata salió


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