Los pobres o los nadies, que escribía el irrepetible Eduardo Galeano, siguen hoy como siempre soñando “que algún mágico día llueva a cántaros la buena suerte”. Como en el poema la buena suerte no lloverá hoy, pero este lunes se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza y “los hijos de nadie, los dueños de nada” son protagonistas, más aún en Ceuta, donde la tasa de pobreza y de familias y personas en el borde de la exclusión social y en situación de desesperación crece hasta niveles calificados por todos los agentes sociales y económicos como “insoportables”. Por eso para las 11 horas de este lunes, el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta había convocado una concentración ante Asuntos Sociales. Allí se han juntado una treintena de personas.

Lo han hecho para protestar por la engorrosa burocracia que soportan para poder acceder a una ayuda. Unos trámites eternos cuando en el bolsillo hay poco más que polvo y angustia y que por ejemplo en el caso del Ingreso Mínimo de Inserción Social, el último flotador para evitar el hundimiento de muchos, la demora es de 8 meses. Así se puede salvar del ahogado, el sombrero, pero poco más.

El MDyC ha desplazado a los diputados que escoltan a Fátima Hamed en la Asamblea y ha leído un manifiesto en el que censura precisamente la falta de agilidad del Gobierno para paliar con ayudas la pobreza y de iniciativa para combatirla con medidas que generen riqueza. Y allí, ante Asuntos Sociales, en un callejón que huele a orines, al menos, esos pobres, ricos en desesperación, han podido desahogar sus penas ante los micrófonos de la prensa. Cuatro casos reales, de carne y hueso, con los que empatizar en el día de los nadies.

Desde la mujer que pide desde hace meses ayuda para comprarse una lavadora y dejar de lavar a mano, con un hijo discapacitado, y haciendo milagros para llevar a fin de mes a una familia de 4 miembros con escasos 200 euros, después de pagar alquiler y suministros básicos;

Hasta la joven a la que Acemsa le amenaza con cortar el agua tras ocho meses (algo más de 400 euros) de impagos. Ni ella, ni su marido ni su madre tienen trabajo ni dinero para afrontar la deuda.

Otro hombre, en paro desde hace años y sin ayuda alguna desde hace meses al pedir el IMIS ha descubierto la realidad, 8 meses de demora, “¿qué libros le compro yo a mis hijos?¿qué les doy de comer sin un duro en el bolsillo?”, se ha preguntado. Y Turia, que trabaja limpiando donde puede, separada, sin manutención y con un hijo esquizofrénico. Sus 325 euros para vivir ganados con sudor son insuficientes. Servicios Sociales le ayudaba en el pago del alquiler, pero se le olvidó meter por registro algunos meses el recibo del arrendamiento y ha perdido la ayuda, aún cuando los ha presentado a requerimiento de la Administración.

Rabeah Mohamed ha salido de la Consejería poco antes de la protesta para mantener una videoconferencia con Madrid. Su cita no le ha evitado ser increpada en la calle por alguno de los que luego ha participado en la concentración.

Esta tarde, los que no pueden pagar la luz, tienen otra cita para protestar ante la Empresa del Alumbrado, será a las 19.30 horas frente a la empresa en Serrano Orive.

Lea el manifiesto del MDyC por el Día Internacional contra la Erradicación de la Pobreza .

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